Quirónsalud
Blog del servicio de Traumatología de los Hospitales Quirónsalud Alicante, Torrevieja, Murcia y Valencia
Texto elaborado por Diego Giménez, jefe del Servicio de Traumatología de Quirónsalud Murcia
El neuroma de Morton es una afección que afecta la parte anterior del pie y puede causar dolor intenso, sensación de ardor, y hormigueo. Aunque es una condición común, muchas personas no son conscientes de lo que implica y cómo tratarla adecuadamente. Si has experimentado dolor en la planta del pie o tienes la sensación de caminar sobre una piedra en tu zapato, podrías estar sufriendo de un neuroma de Morton.
En este post, abordamos todo lo que necesitas saber sobre el neuroma de Morton: sus causas, síntomas, diagnóstico y opciones de tratamiento disponibles. Si experimentas dolor en los pies o una sensación de quemazón que interfiere con tus actividades diarias, es importante que busques ayuda médica especializada. En Quirónsalud, contamos con un equipo de traumatólogos altamente cualificados para evaluar tu condición y ofrecerte las mejores soluciones.
El neuroma de Morton es un engrosamiento del tejido alrededor de uno de los nervios que se encuentran entre los dedos del pie, generalmente entre el tercer y cuarto dedo. Este engrosamiento provoca dolor y molestias, y en ocasiones una sensación de ardor o picazón. A pesar de ser una condición benigna, el neuroma de Morton puede generar molestias que dificultan el caminar y realizar actividades cotidianas.
El término "neuroma" puede ser confuso, ya que el término "tumor" sugiere que existe un crecimiento anormal de células, pero en este caso, el neuroma es simplemente un engrosamiento de las fibras nerviosas, no un tumor maligno.
El neuroma de Morton suele ser provocado por una combinación de factores mecánicos y de sobrecarga en los pies. Las principales causas incluyen:
El principal síntoma del neuroma de Morton es un dolor localizado en la parte anterior del pie, entre el tercer y cuarto dedo. Este dolor puede irradiar hacia los dedos o la planta del pie. Los síntomas más comunes incluyen:
● Dolor punzante o ardor: El dolor suele sentirse como si caminaras sobre una piedra o una bola en el zapato.
● Hormigueo o entumecimiento: A menudo se acompaña de sensaciones de adormecimiento o cosquilleo en los dedos afectados.
● Dolor al caminar o correr: Las personas con neuroma de Morton a menudo experimentan más dolor al caminar o al realizar actividades que impliquen presión sobre el pie.
● Alivio al quitarse el zapato: Muchos pacientes informan que el dolor mejora al quitarse el calzado, especialmente si este es estrecho o de tacón alto.
El diagnóstico del neuroma de Morton generalmente comienza con un examen físico realizado por un especialista en traumatología. El médico realizará un examen para identificar puntos de presión en el pie, realizando pruebas de compresión para evaluar la sensibilidad en el área del nervio afectado.
Las pruebas más comunes para confirmar el diagnóstico incluyen:
● Resonancia magnética (RMN): Una RMN puede proporcionar una imagen detallada de los tejidos blandos del pie y ayudar a identificar la ubicación y el tamaño del neuroma.
● Ultrasonido: Esta prueba de imagen permite al médico observar el área afectada en tiempo real y detectar la presencia de engrosamientos o anomalías en los nervios.
● Electromiografía (EMG): Diagnostica la compresión del nervio interdigital afectado
● Radiografías: Aunque no pueden mostrar el neuroma directamente, las radiografías pueden descartar otras causas de dolor en el pie, como fracturas o artritis.
El neuroma de Morton es una afección tratable, pero requiere un diagnóstico temprano y un enfoque adecuado para aliviar el dolor y prevenir complicaciones. Si experimentas dolor en la parte anterior de tu pie o tienes la sensación de caminar sobre una piedra, no dudes en consultar con un especialista de Quirónsalud. Nuestros expertos en traumatología están a tu disposición para ofrecerte un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado, adaptado a tus necesidades.
Si estás listo para mejorar tu calidad de vida y decir adiós al dolor de pie, consulta con nuestros especialistas.
Más información Quirónsalud Valencia: https://www.quironsalud.com/valencia/es/cartera-servicios/cirugia-ortopedica-traumatologia
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Texto elaborado por el doctor Jorge Orduña y Dr De Santiago , director de las Unidades del Dolor de Quirónsalud Valencia, Quirónsalud Torrevieja y Quirónsalud Tenerife
El dolor crónico afecta a millones de personas, impactando su calidad de vida. La medicina del dolor se enfoca en desde diversas especialidades médicas (la anestesiología, rehabilitación, traumatología, neurología y neurocirugía entre otras) encontrar los mecanismos para alivio de esos cuadros de dolor, mejorar la vida de los pacientes e incidir en los factores que provocan el desarrollo de esos cuadros de dolor . En este post, los especialistas en anestesiología y tratamiento del dolor de Quirónsalud te cuentan sobre cómo los novedosos abordajes en intervencionismo pueden ayudar a los pacientes que sufren de dolor crónico.
El dolor crónico es una enfermedad que afecta la calidad de vida de millones de pacientes de todo el mundo, en España, según el Barómetro del Dolor Crónico en España 2022 publicado por la Fundación Grünenthal y el Observatorio del Dolor de la Universidad de Cádiz afecta a 9 millones de personas que equivalen al 25,9 de la población. Este dolor persistente suele originarse por lesiones mal curadas, enfermedades degenerativas como la artrosis, o complicaciones postoperatorias.
El tratamiento del dolor crónico puede incluir tanto abordajes no quirúrgicos como fisioterapia, terapias manuales y medicación, así como procedimientos quirúrgicos, intervencionistas, así como nuevas terapias como la estimulación eléctrica nerviosa transcutánea (TENS), la terapia magnética transcraneal, la radiofrecuencia de nervio periférico, las terapias intradiscales, las terapias regenerativas y la neuroestimulación.
El dolor crónico se define como aquel que persiste durante más de tres meses. En el ámbito de la medicina del dolor y la traumatología, se asocia comúnmente con lesiones en los huesos, músculos o articulaciones, o con enfermedades crónicas que no responden adecuadamente al tratamiento inicial.
Los mas frecuentes son las alteraciones que originan disfunciones en la región de la columna como son el síndrome facetario lumbar y cervical (causa frecuente de dolor lumbar y en región cervical), la ciática o dolor radicular, la artrosis de rodilla o de cadera o lesiones diversas que provocan dolor de hombro como son la patología del manguito rotador (tendinitis, tendinosas, roturas), las bursitis y el hombro congelado.
●Fisioterapia y Terapias Manuales: Estas son herramientas esenciales para reducir el dolor, mejorar la movilidad y reforzar la musculatura
●Medicación: Incluye analgésicos, antiinflamatorios, neuromoduladores específicos para el tratamiento del dolor neuropático y, en algunos casos, opioides.
●Infiltraciones con corticoides: Uso de corticosteroides en el punto exacto de la lesión para disminuir la inflamación desde su fuente de origen
●Infiltraciones con terapias regenerativas: Tratamientos como el plasma rico en plaquetas (PRP) o los sueros ricos en citoquinas que infiltrados con ecografía y avanzados métodos de rayos X en el lugar de la lesión no solo permiten disminuir la inflamación, sino que desarrollan un efecto pro regenerador de la estructura lesionada
Artroscopia: Procedimiento mínimamente invasivo para reparar lesiones.
Cirugía de Reemplazo Articular: Indicada en casos avanzados de artrosis.
Discectomias. Tratamientos de reparación y resección de material del disco intervertebral que es causa de dolor tipo ciática.
Artrodesis- Técnicas de fusión articular que disminuyen el dolor de múltiples localizaciones como columna, muñeca , tobillo.
Estimulación Nerviosa Transcutánea (TENS): Impulsos eléctricos que bloquean las señales de dolor desde comodas pegatinas colocadas en la piel. Tratamiento muy útil en contracturas musculares persistentes (síndromes miofasciales) en región cervical y lumbar.
Radiofrecuencia: Técnica inovadora que gracias a específicos impulsos eléctricos permite interrumpir la transmisión del dolor desde su origen hasta el cerebro. Conocida comúnmente como rizolisis es muy útil para tratar el dolor de lumbares, cervicales, cadera, rodilla, hombro, entre otros muchos.
Neuroestimulación. Avanzados sistemas de estimulación, similares a los marcapasos que colocados junto a la medula, permiten modular la trasmisión de la información nerviosa y así reducir de forma sustancial el dolor en pacientes con cuadros de dolor muy importantes. Muy útiles en pacientes con síndrome de dolor regional complejo—síndrome de sudeck – y en pacientes operados de columna que mantienen el dolor
Tratamientos intradiscales. Avanzados sistemas que mediante métodos percutáneos (sin cirugía) permiten eliminar la hernia de disco que es la fuente de origen del dolor tipo ciática.
Terapia magnética transcraneal. Impulsos eléctricos que aplicados mediante avanzados sistemas en el cráneo permiten modular y así disminuir el dolor de mucha clase de pacientes.
Cada paciente puede presentar causas distintas; sin embargo, estas son algunas de las causas más comunes del dolor crónico:
Síndrome de dolor regional complejo o síndrome de sudeck
Neuralgia postherpetica
Artrosis de grandes articulaciones como cadera rodilla u hombro
Tendinitis ( sindrome de manguito rotador), epicondilitis entre muchas otras …
Fracturas complicadas
Hernias discales
Ciatica o dolor radicular.
Síndromes miofasciales o contracturas persistentes
Lumbalgia por síndrome facetario
Cervicalgia por síndrome facetario
Problemas postoperatorios.
Neuralgias faciales como la neuralgia del trigémino
La rehabilitación es fundamental para recuperar la funcionalidad y reducir la dependencia de medicamentos. Los especialistas en Quirónsalud personalizan el tratamiento para cada paciente, enfocándose en sus necesidades específicas.
El abordaje del dolor crónico requiere la colaboración de anestesiólogos especializados en tratamiento del dolor traumatólogos, fisioterapeutas, psicólogos y otros especialistas para ofrecer una atención integral.
Evitar el dolor crónico es posible con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado de las lesiones. La prevención es clave para evitar complicaciones a largo plazo.
Es esencial acudir a la unidad del dolor cuando el dolor persiste más allá de los tres meses, limita la actividad diaria o no mejora con tratamientos convencionales.
Las innovaciones tecnológicas han mejorado las opciones de tratamiento del dolor crónico. La radiofrecuencia, por ejemplo, permite desactivar nervios específicos responsables del dolor, ofreciendo alivio prolongado. En la última década, la investigación anatómica ha permitido detectar nuevas dianas terapéuticas que permiten aliviar el dolor de muchos pacientes.
Las terapias intradiscales permiten gracias a avanzados sistemas eliminar la hernia que es responsable del dolor tipo ciática de muchas personas.
Vivir con dolor crónico es un desafío, pero adoptar un enfoque proactivo en el tratamiento, que incluya la colaboración estrecha con especialistas, puede hacer una gran diferencia. La combinación de abordajes médicos y cambios en el estilo de vida suele ofrecer los mejores resultados.
El dolor crónico no tiene que ser una sentencia de vida. Con los avances en medicina del dolor y un enfoque personalizado, puedes recuperar tu calidad de vida. Si sufres de dolor crónico, consulta con los especialistas de la unidad del dolor de Quirónsalud para un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Más información:
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Doctor Juan Carlos Gómez Castilla, traumatólogo del Hospital Quirónsalud Costa Adeje
El ganglión o quiste sinovial es una afección común que puede afectar a cualquier persona, independientemente de su nivel de actividad física. A menudo confundidos con bultos benignos en las articulaciones o tendones, estos quistes pueden generar preocupación y molestias.
Los quistes sinoviales son sacos llenos de líquido que se forman generalmente cerca de articulaciones o tendones. Aunque son benignos y, en muchos casos, indoloros, pueden causar incomodidad o restricciones en la movilidad, especialmente cuando aparecen en áreas como la muñeca o el tobillo. La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, no son peligrosos y pueden ser manejados con tratamientos conservadores.
En Quirónsalud contamos con los profesionales que te ayudarán en el diagnóstico de este tipo de quiste y personalizarán las opciones de tratamiento para mejorar tu calidad de vida.
Los gangliones, también conocidos como quistes sinoviales, son estructuras llenas de líquido que se encuentran comúnmente en las articulaciones y los tendones. Están formados por una cápsula que contiene un fluido similar al líquido sinovial, que lubrica las articulaciones. Aunque su tamaño puede variar desde unos pocos milímetros hasta varios centímetros, a menudo son indoloros y, en muchos casos, pueden desaparecer sin tratamiento.
Se pueden encontrar en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en la muñeca, la mano, el tobillo y el pie. A menudo se presentan como bultos suaves y móviles bajo la piel. Su formación puede estar relacionada con el uso excesivo de una articulación o lesión, aunque muchas veces no hay una causa clara. A pesar de su benignidad, es importante realizar un diagnóstico adecuado para descartar otras afecciones más serias, en Quirónsalud realizamos las pruebas necesarias para un correcto diagnóstico.
Los gangliones pueden variar en sus síntomas dependiendo de su tamaño y ubicación. A menudo, son indoloros, pero pueden causar molestias o dolor si presionan nervios cercanos o estructuras circundantes.
Sin embargo, algunos de los síntomas pueden ser:
La presencia de un bulto en la muñeca, mano, tobillo o pie es el síntoma más común.
En algunos casos, el quiste puede causar dolor al presionar nervios o al mover la articulación afectada. Dependiendo de la ubicación, puede haber limitaciones en la movilidad de la articulación.
En raras ocasiones, los gangliones pueden causar hormigueo o debilidad en los dedos. Si experimentas estos síntomas, es recomendable consultar con un médico para obtener un diagnóstico adecuado.
El diagnóstico de un ganglión generalmente implica una combinación de examen físico y pruebas de imagen.
Un médico examinará el bulto, evaluando su tamaño, forma, consistencia y sensibilidad. También preguntará sobre los síntomas asociados. En algunos casos, se pueden utilizar ultrasonidos o resonancias magnéticas para confirmar la naturaleza del quiste y evaluar su relación con estructuras adyacentes. En ocasiones, el médico puede optar por extraer líquido del ganglión con una aguja para analizarlo y asegurarse de que no haya signos de infección u otras condiciones. Un diagnóstico preciso es esencial para determinar el tratamiento más adecuado.
Consulta con los médicos expertos en diagnóstico de ganglión de Quirónsalud.
Aunque la causa exacta de los gangliones no siempre se comprende, hay varias teorías sobre su formación.
El uso excesivo de las articulaciones, especialmente actividades que implican movimientos repetitivos de la muñeca o la mano, puede predisponer a la formación de gangliones. Un trauma o lesión en una articulación puede llevar a la formación de un quiste sinovial. Además, a medida que envejecemos, los cambios en las articulaciones pueden contribuir a la aparición de estos quistes. La identificación de las posibles causas puede ayudar en el manejo y prevención de los gangliones.
El tratamiento de los gangliones puede variar según los síntomas y la gravedad del caso. Estas son las opciones más comunes:
En muchos casos, si el ganglión no causa dolor ni incomodidad, se puede optar por simplemente observarlo. Utilizar una férula o una muñequera puede ayudar a reducir el tamaño del ganglión al limitar el movimiento de la articulación afectada.
En algunos casos, se puede drenar el líquido del quiste mediante una aguja, lo que puede proporcionar alivio temporal, aunque el ganglión puede volver a aparecer. Si el ganglión es doloroso o interfiere con la función, se puede considerar la cirugía para eliminarlo. Este procedimiento se realiza generalmente de forma ambulatoria y puede requerir rehabilitación posterior.
La elección del tratamiento dependerá de la evaluación médica y de las preferencias del paciente.
Los gangliones son generalmente benignos y no se consideran peligrosos. Sin embargo, es importante tener en cuenta algunos aspectos.
En raras ocasiones, un ganglión puede infectarse, lo que requiere tratamiento médico inmediato.
Si el ganglión presiona un nervio, puede causar dolor o debilidad en las extremidades. Después de un tratamiento, como la aspiración, es posible que el ganglión vuelva a aparecer.
La mayoría de las veces, los gangliones no presentan riesgos graves, pero la evaluación médica es esencial para asegurar un manejo adecuado.
La decisión de tratar o no un ganglión depende en gran medida de los síntomas y la interferencia con la calidad de vida del paciente.
Muchos gangliones pueden permanecer sin cambios o desaparecer por sí solos, pero otros pueden aumentar de tamaño. Si el ganglión se vuelve doloroso o causa molestias, podría afectar las actividades diarias y la calidad de vida. En algunos casos, puede haber un riesgo de compresión nerviosa o infección si se ignora el ganglión durante un período prolongado. Es recomendable consultar a un médico para discutir las mejores opciones en caso de un ganglión.
Sí, muchos gangliones pueden desaparecer sin tratamiento. Este fenómeno se conoce como resolución espontánea. Sin embargo, esto no es garantizado y puede variar de una persona a otra.
Los gangliones más pequeños tienen más probabilidades de resolverse sin intervención. La ubicación del ganglión puede influir en su probabilidad de desaparecer. Los que están en áreas de menor uso pueden tener una mayor tasa de resolución. Cambios en el uso de la articulación afectada pueden influir en la evolución del ganglión. La observación atenta es clave para determinar si se necesita algún tipo de intervención.
Aunque existen algunas estrategias caseras que las personas pueden probar para aliviar los síntomas, siempre es recomendable consultar a un médico antes de intentar tratamientos caseros.
Descansar la articulación afectada puede ayudar a reducir la inflamación y el tamaño del ganglión. Aplicar compresas frías en la zona puede aliviar el dolor y reducir la inflamación. Algunos pacientes informan que los masajes suaves pueden ayudar a disminuir la incomodidad. Recuerda que estos métodos pueden no ser efectivos para todos, y la consulta médica es fundamental para un manejo adecuado.
Es importante consultar a un médico si experimentas síntomas relacionados con un ganglión, como dolor persistente, cambios en la movilidad o crecimiento rápido del bulto.
Si sientes dolor que no mejora o que empeora con el tiempo, si el ganglión interfiere con el movimiento normal de la articulación o si observas síntomas inusuales como enrojecimiento, calor o fiebre, debes buscar atención médica. Un diagnóstico adecuado y un tratamiento oportuno pueden prevenir complicaciones y mejorar tu calidad de vida.
Los gangliones o quistes sinoviales son afecciones comunes y, en la mayoría de los casos, no son peligrosos. Sin embargo, es fundamental estar informado y consultar a un especialista si tienes dudas o preocupaciones. En Quirónsalud, contamos con un equipo de profesionales listos para ayudarte. Si experimentas síntomas relacionados con un ganglión o deseas obtener más información, no dudes en contactar con los especialistas en Quirónsalud para programar una consulta.
Hospital Quirónsalud Costa Adeje
Texto elaborado por el doctor Lorenzo Hernández, jefe de la Unidad de Cadera del hospital Quirónsalud Valencia
Las fracturas de cadera son una de las lesiones más graves que pueden enfrentar tanto personas mayores como individuos más jóvenes debido a accidentes. Estas fracturas no solo provocan dolor intenso, sino que también pueden afectar significativamente la calidad de vida y la movilidad de quienes las sufren. La recuperación y la rehabilitación son cruciales para restablecer la función y prevenir complicaciones a largo plazo.
Las fracturas de cadera suelen ocurrir como resultado de caídas o traumatismos en la región de la cadera. Son especialmente comunes en personas mayores, que pueden tener huesos más débiles debido a la osteoporosis. Sin embargo, las personas jóvenes también pueden sufrir estas fracturas debido a accidentes deportivos o caídas. Comprender la naturaleza de la fractura, las opciones de tratamiento y el proceso de rehabilitación es vital para asegurar una recuperación adecuada.
La recuperación de una fractura de cadera no solo implica la curación del hueso, sino también la rehabilitación de la función de la cadera. Esto incluye restaurar la movilidad, la fuerza y la capacidad para llevar a cabo actividades diarias. Cada paciente es único, y la duración de la recuperación puede variar según diversos factores, como la edad, la salud general y la gravedad de la fractura.
Una fractura de cadera se refiere a cualquier ruptura en el área de la cadera, que incluye la cabeza del fémur, el cuello femoral o el trocánter. Existen principalmente dos tipos de fracturas: las intracetabulares y las extracetabulares. Las fracturas intracetabulares afectan la parte superior del fémur, mientras que las extracetabulares se localizan en la parte inferior del cuello femoral.
La clasificación exacta es importante para determinar el tratamiento adecuado. Por ello es importante ponerse en manos de especialistas en traumatología, como los médicos de Quirónsalud.
Las fracturas de cadera son comúnmente causadas por caídas, especialmente en personas mayores. Sin embargo, también pueden resultar de accidentes de tráfico, deportes de contacto o lesiones en el hogar. La osteoporosis es un factor de riesgo importante, ya que debilita los huesos, haciéndolos más susceptibles a fracturas. También se ha observado que ciertas condiciones médicas y estilos de vida, como el sedentarismo, pueden aumentar la probabilidad de caídas y fracturas.
El diagnóstico de una fractura de cadera generalmente comienza con una evaluación médica que incluye un examen físico y la revisión de los síntomas. El médico puede solicitar radiografías para visualizar el estado de la cadera. En algunos casos, se puede requerir una resonancia magnética para obtener una imagen más detallada, especialmente si la fractura no es evidente en las radiografías.
El tratamiento de las fracturas de cadera puede ser quirúrgico o no quirúrgico, dependiendo de la gravedad de la fractura y la salud general del paciente. La cirugía es a menudo necesaria para estabilizar la fractura, que puede incluir la colocación de tornillos, placas o una prótesis. En casos menos graves, el tratamiento puede implicar reposo, fisioterapia y uso de dispositivos de movilidad.
La recuperación tras una fractura de cadera varía según la gravedad de la lesión y el tratamiento recibido. En general, los pacientes pueden necesitar un período de hospitalización seguido de rehabilitación. La rehabilitación es esencial para restaurar la movilidad y la fuerza. Los pacientes deben seguir un plan de ejercicios adaptado a su situación, que puede incluir fisioterapia y ejercicios en casa.
En Quirónsalud nuestro equipo multidisciplinar trabaja para ofrecerte un plan de tratamiento personalizado.
¿Qué papel juega la fisioterapia en la recuperación?
La fisioterapia es fundamental en el proceso de recuperación tras una fractura de cadera. Los fisioterapeutas trabajan con los pacientes para desarrollar un programa de ejercicios que les ayude a mejorar la fuerza y la movilidad. Esto puede incluir ejercicios de fortalecimiento, equilibrio y coordinación, así como la enseñanza de técnicas adecuadas para caminar y moverse. El objetivo es maximizar la independencia del paciente y reducir el riesgo de futuras caídas.
Las fracturas de cadera pueden conllevar varios riesgos y complicaciones, tanto a corto como a largo plazo. Las complicaciones inmediatas pueden incluir infecciones, trombosis venosa profunda y problemas con la curación del hueso. A largo plazo, los pacientes pueden enfrentar la pérdida de movilidad, debilidad muscular y, en algunos casos, la necesidad de una cirugía de revisión. La evaluación y el seguimiento continuos son esenciales para abordar cualquier complicación.
La prevención de fracturas de cadera se centra en reducir el riesgo de caídas y fortalecer los huesos. Mantener un estilo de vida activo, realizar ejercicios de equilibrio y fuerza, y asegurarse de que la casa sea segura son pasos cruciales. Además, una dieta rica en calcio y vitamina D es fundamental para mantener huesos saludables. También se recomienda que las personas mayores se sometan a revisiones regulares para evaluar su salud ósea y recibir tratamiento para la osteoporosis si es necesario.
El tiempo de recuperación tras una fractura de cadera varía significativamente según la gravedad de la fractura, el tipo de tratamiento y la salud general del paciente. En general, los pacientes pueden esperar volver a una vida activa en unos meses, aunque la recuperación completa puede llevar de seis meses a un año. Es esencial seguir las recomendaciones médicas y de fisioterapia para asegurar una recuperación efectiva.
Es crucial buscar atención médica inmediata si se sospecha una fractura de cadera, especialmente después de una caída. También es importante seguir con el médico para chequeos regulares y monitorear la recuperación. Si surgen complicaciones como dolor intenso, hinchazón, fiebre o incapacidad para mover la pierna, se debe contactar al médico de inmediato.
Las fracturas de cadera son lesiones serias que requieren un enfoque cuidadoso y profesional para asegurar una recuperación adecuada. En Quirónsalud, contamos con un equipo de especialistas en traumatología y rehabilitación que están listos para ayudarte en cada paso del proceso de recuperación. No más lesiones, te cuidamos. Si has sufrido una fractura de cadera o conoces a alguien que lo haya hecho, no dudes en consultar con nuestros expertos para recibir el tratamiento y apoyo que necesitas.
Las fracturas de cadera son una de las lesiones más graves que pueden enfrentar tanto personas mayores, generalmente tras una caida casual, como individuos más jóvenes debido a accidentes. Estas fracturas no solo provocan dolor intenso, sino que también pueden afectar significativamente la calidad de vida y la movilidad de quienes las sufren. Generalmente su tratamiento será quirúrgico y posteriormente la recuperación y la rehabilitación son cruciales para restablecer la función y prevenir complicaciones a largo plazo.
En este artículo, exploraremos todo lo relacionado con la recuperación de fracturas de cadera, respondiendo a las preguntas más frecuentes que surgen en torno a este tema en España.
Las fracturas de cadera suelen ocurrir como resultado de caídas o traumatismos en la región de la cadera. Son especialmente comunes en personas mayores, que pueden tener huesos más débiles debido a la osteoporosis. Sin embargo, las personas jóvenes también pueden sufrir estas fracturas debido a accidentes deportivos o caídas. Comprender la naturaleza de la fractura, las opciones de tratamiento y el proceso de rehabilitación es vital para asegurar una recuperación adecuada.
La recuperación de una fractura de cadera no solo implica la curación del hueso, sino también la rehabilitación de la función de la cadera. Esto incluye restaurar la movilidad, la fuerza y la capacidad para llevar a cabo actividades diarias. Cada paciente es único, y la duración de la recuperación puede variar según diversos factores, como la edad, la salud general y la gravedad de la fractura.
Las fracturas de cadera son lesiones serias que requieren un enfoque cuidadoso y profesional para asegurar una recuperación adecuada. En Quirónsalud, contamos con un equipo de especialistas en traumatología y rehabilitación que están listos para ayudarte en cada paso del proceso quirúrgico y de recuperación.
No más lesiones, te cuidamos. Si has sufrido una fractura de cadera o conoces a alguien que lo haya hecho, no dudes en consultar con nuestros expertos para recibir el tratamiento y apoyo que necesitas.
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Texto elaborado por la Dra. Eva Guisasola, Jefa del Servicio de Rehabilitación del Hospital Quirónsalud Valencia
La cirugía, especialmente en el campo de la traumatología, es muchas veces el primer paso hacia la recuperación de una lesión grave. Sin embargo, la intervención quirúrgica por sí sola no es suficiente para restaurar por completo la funcionalidad del área afectada. La fisioterapia y la rehabilitación postoperatoria juegan un papel crucial para asegurar una recuperación óptima y prevenir posibles complicaciones.
En este post, como expertos en Rehabilitación y Traumatología de Quirónsalud, te explicamos la importancia de la rehabilitación tras una cirugía, y te daremos consejos para maximizar los beneficios de este proceso.
La fisioterapia postoperatoria es un conjunto de tratamientos y ejercicios diseñados para ayudar a los pacientes a recuperar la movilidad, la fuerza y la funcionalidad después de una cirugía. En el ámbito de la traumatología, la rehabilitación postquirúrgica constituye un elemento esencial para consiguir un resultado funcional adecuado siempre.
- Control del dolor y el edema postcirugia
- Acelerar la cicatrización de los tejidos.
- Recuperar la movilidad de las articulaciones.
- Mejorar la fuerza muscular.
- Prevenir las rigideces articulares y evitar las atrofias musculares.
- Ayudar a los pacientes a retomar sus actividades de la vida diaria.
El inicio de la rehabilitación tras una cirugía depende del tipo de intervención y de las indicaciones específicas del traumatólogo. Es imprescindible la comunicación contínua entre el traumatólogo y el médico rehabilitador para poner en común cuándo es el momento óptimo de comenzar.
Fase aguda (primeros días )
En esta etapa se busca controlar el dolor y la inflamación, con ello conseguiremos evitar la rigidez de las articulaciones . La movilización precoz nos va a prevenir la atrofia muscular.
Fase de movilización progresiva
Una vez que el proceso de cicatrización ha avanzado, se introduce un programa de ejercicios suaves para recuperar los recorridos articulares normales y la fuerza.
Fase de fortalecimiento y recuperación funcional
En esta fase, se introducen ejercicios más específicos y avanzados para recuperar la fuerza y la funcionalidad total de la zona afectada. Los ejercicios propioceptivos deberán incluirse siempre en esta fase para una buena integración del miembro afectado en las actividades de la vida diaria.
Es crucial que los pacientes sigan las indicaciones de su equipo médico para evitar complicaciones o lesiones durante este proceso.
Hoy en dia nadie pone en duda que tras una intervenión quirúrgica traumatológica, es imprescindible rehabilitar el miembro intervenido bajo la supervisión de un médico rehabilitador que cuente con un equipo de fisioterapeutas cualificados. Ello nos va a garantizar la correcta recuperación e integración a la vida normal.
- Aumenta la velocidad de recuperación.
- Previene la formación de cicatrices excesivas que podrían limitar el movimiento.
- Minimiza el riesgo de complicaciones como la trombosis venosa profunda o la atrofia muscular.
- Restablece la funcionalidad y la independencia del paciente en sus actividades diarias.
Cada plan de fisioterapia postoperatoria es personalizado y adaptado a las necesidades y condiciones del paciente. El médico rehabilitador , en contacto con el cirujano, va a diseñar un programa de tratamiento integral que tenga en cuenta el tipo de cirugía, el estado físico del paciente, la edad y cualquier condición médica subyacente.
Componentes clave del plan de rehabilitación:
- Evaluación inicial: Antes de comenzar, el médico rehabilitador realiza una evaluación exhaustiva del paciente, incluyendo pruebas de movilidad, fuerza y dolor.
- Ejercicios de movilidad: Los ejercicios suaves y controlados se introducen para mejorar la amplitud de movimiento de las articulaciones afectadas.
- Fortalecimiento muscular: Se diseñan ejercicios específicos para fortalecer los músculos que han perdido tono y evitar la atrofia.
- Control del dolor: Tratamiento integral del dolor gracias a técnicas variadas de electroterapia, termoterapia, terapia manual, y medidas analgésicas farmacológicas adecuadas para cada tipo de paciente.
La fisioterapia postoperatoria puede generar incomodidad o molestias, especialmente en las primeras sesiones, pero no debería ser extremadamente dolorosa. Es normal experimentar cierto nivel de dolor debido a la rigidez y la inflamación, pero el fisioterapeuta adaptará los ejercicios y técnicas para minimizar el malestar.
Si el dolor es excesivo, es importante que el paciente lo comunique a su médico para ajustar el plan de tratamiento y evitar complicaciones.
La fisioterapia postoperatoria ofrece una amplia gama de beneficios que ayudan a acelerar la recuperación y mejorar la calidad de vida del paciente.
Beneficios principales:
- Mejora la movilidad articular: Los ejercicios específicos ayudan a recuperar la amplitud de movimiento perdida durante el proceso quirúrgico.
- Fortalecimiento muscular: La rehabilitación ayuda a prevenir la pérdida del balance muscular que ocurre tras la inmovilización postoperatoria.
- Reducción del dolor: A través de diversas técnicas, la fisioterapia ayuda a controlar el dolor y la inflamación.
- Prevención de complicaciones: Una rehabilitación adecuada y supervisada protege las reparaciónes quirúrgicas realizadas al tiempo que contribuye a prevenir complicaciones tales como las rigideces o déficits de funcionalidad. Se pueden confeccionar ortesis a medida para tal fin.
- Aceleración del proceso de cicatrización: Al mover de forma controlada las zonas afectadas, se favorece la regeneración de los tejidos. Movilización precoz , controlada y con la regla del no dolor.
La duración de la rehabilitación varía según el tipo de cirugía, la gravedad de la lesión y la respuesta del paciente al tratamiento. En general, las intervenciones menores pueden requerir de semanas a un par de meses de rehabilitación, mientras que las cirugías más complejas, como las prótesis de rodilla o cadera, pueden necesitar hasta seis meses o más para una recuperación completa.
Es importante que los pacientes se mantengan comprometidos con su plan de tratamiento y sigan las indicaciones del fisioterapeuta durante todo el proceso para maximizar los resultados.
Los ejercicios varían según el tipo de cirugía y el área afectada. Entre los más comunes están:
- Ejercicios de rango de movimiento: Se realizan para aumentar la flexibilidad y la movilidad articular.
- Ejercicios de fortalecimiento muscular: Están diseñados para restaurar la fuerza perdida en los músculos circundantes a la zona intervenida.
- Ejercicios de propiocepción y equilibrio: Existen ejercicios específicos para miembro superior y mano, para miembros inferiores y para columna.
- Terapia manual: Incluye técnicas de masajes y movilizaciones para mejorar los recorridos articulares y reducir el dolor.
La comunicación contínua entre el traumatólogo y médico rehabilitador es esencial. De esta forma, el rehabilitador va a diseñar un programa específico de recuperación funcional para cada patologia y para cada paciente en concreto. Es necesario contar con un equipo de fisioterapeutas cualificados para ejecutar a la perfección los programas de ejercicios. El paciente será evaluado periódicamene por el médico rehabilitador quien irá decidiendo la indoneidad de continuar con el tratamiento indicado hasta conseguir integrarlo a sus actividades diarias sociales, laborales y/o deportivas.
La prevención de complicaciones durante la rehabilitación requiere un enfoque proactivo por parte del paciente y del equipo médico.
Consejos para evitar complicaciones:
- Seguir las indicaciones médicas:Es crucial que los pacientes sigan las recomendaciones del equipo médico y fisioterapeutas en cuanto a higiene postural, ejercicios y tiempos de recuperación.
- Evitar el sedentarismo: El reposo prolongado puede generar rigideces así como complicaciones circulatorias. Se debe fomentar la movilidad progresiva y controlada, incluso en las fases iniciales
- Realizar los ejercicios en casa: Es importante implicar al paciente en su recuperación , enseñándole a adoptar una actitud proactiva ante la recuperación de su lesión.
Los ejercicios prescritos por el fisioterapeuta deben realizarse también en el hogar para optimizar los resultados.
La fisioterapia y la rehabilitación postquirúrgica son fundamentales para asegurar una recuperación completa y efectiva tras una cirugía. Estos tratamientos permiten al paciente recuperar movilidad, fuerza y funcionalidad, al tiempo que minimizan el dolor y previenen complicaciones.
Un programa de fisioterapia bien planificado, adaptado a las necesidades específicas del paciente y la cirugía realizada, no solo acelera el proceso de recuperación, sino que también mejora significativamente la calidad de vida del paciente.
En Quirónsalud, recomendamos seguir las indicaciones de los profesionales médicos y fisioterapeutas para maximizar los beneficios y asegurar una vuelta a la normalidad de manera segura y eficiente.
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