Quirónsalud
Blog de los Servicios de Oncología de los Hospitales Quirónsalud de Murcia, Torrevieja, Valencia y Tenerife
El cáncer de piel es un tipo de tumor frecuente que se produce por el crecimiento anormal y descontrolado de las células de la piel cutáneas alteradas por la radiación ultravioleta (UV) procedente o bien de la luz solar o de las camas de bronceado.
Se suele manifestar por tanto con mayor frecuencia en la piel expuesta al sol, no obstante, también se puede localizar en otras áreas que no están tan expuestas a radiación.
Existen dos tipos principales de cáncer de piel:
El melanoma, no es el cáncer de piel más frecuente, pero si es el tipo más grave, y principal causante de un elevado número de muertes.
El melanoma es un tipo de cáncer que se origina en los melanocitos que se encuentran en la parte inferior de la epidermis y que contienen melanina, que es el pigmento que le da color a la piel y el cabello.
El melanoma se puede desarrollar en cualquier parte de la piel, y aunque, es menos habitual, también debemos prestar atención a otras partes del cuerpo donde puede formarse como los ojos o, dentro del cuerpo, en la nariz o la garganta.
La exposición a la radiación ultravioleta (UV), de la luz solar o de las lámparas y de las camas solares es la principal causa y aumenta el riesgo de tener melanoma.
El diagnóstico precoz es vital ya que el melanoma se puede tratar con éxito si se detecta a tiempo.
El cáncer de piel no melanoma hace referencia a todos los tipos de cáncer que se producen en la piel y que no son melanoma.
Los tipos de cáncer de piel no melanoma más habituales son el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas.
Es el cáncer de piel más habitual, representa aproximadamente el 80% de los tumores malignos cutáneos no melanoma.
Se origina en las células basales que se hallan en la epidermis que es la capa externa de la piel.
Contempla una tasa de curación elevada, no obstante, existen casos en los que el carcinoma se extiende a otras partes del cuerpo causando metástasis.
La sobreexposición solar es el principal factor que influye en su desarrollo sobre todo en: cara, cuello y tronco. Las personas de piel, ojos y cabellos claros tienen más riesgo de padecerlo.
Es el cáncer de piel más habitual, representa aproximadamente el 80% de los tumores malignos cutáneos no melanoma.
Se origina en las células basales que se hallan en la epidermis que es la capa externa de la piel.
Contempla una tasa de curación elevada, no obstante, existen casos en los que el carcinoma se extiende a otras partes del cuerpo causando metástasis.
La sobreexposición solar es el principal factor que influye en su desarrollo sobre todo en: cara, cuello y tronco. Las personas de piel, ojos y cabellos claros tienen más riesgo de padecerlo.
Ya hemos visto que el cáncer de piel se manifiesta sobre todo en las áreas de la piel que están más expuestas al sol, como el rostro, los labios, las orejas, cuero cabelludo, el cuello, y las manos, y también debajo de las uñas de las manos o de los pies, así como en el área genital y afecta por igual a todos los tipos de piel.
Los signos más habituales que alertan sobre un posible carcinoma de células basales son:
· La aparición de un bulto ceroso o perlado
· Hallazgo de lesión plana, parecida a una cicatriz marrón o del color de la piel
· Una úlcera con costras o sangrante que no termina de curarse.
En el caso del carcinoma espinocelular se produce también en las zonas del cuerpo mayormente expuestas al sol, como el rostro, las orejas y las manos. En este caso si se hace una distinción entre los diferentes tipos de piel siendo la más oscura la más propensa a desarrollarlo en áreas que no están expuestas al sol. Se manifiesta como:
· Un nódulo rojo y firme
· Una lesión plana con una superficie escamosa y con costras.
Es fundamental que sepas que puedes reducir el riesgo de padecer cáncer de piel limitando y sobre todo evitando la exposición a la radiación ultravioleta (UV). Resulta también primordial que revises de forma periódica tu piel para detectar cambios sospechosos en lunares o hallazgos de anomalías en tu piel para ayudar a detectar un posible cáncer de piel en sus estadios iniciales.
La primera señal del melanoma suele ser un cambio en el tamaño, forma, color, o sensación de un lunar existente.
Debemos prestar atención a estos 5 indicadores de riesgo de padecer lesiones cancerígenas siguiendo el ABCDE de los lunares o manchas atípicas en la piel:
A : Asimetría. La mitad de un lunar se ve diferente de otra, no son simétricas.
B :Bordes irregulares. Los bordes irregulares, mal definidos o borrosos pueden ser un signo de melanoma.
C: Color. Los lunares particularmente oscuros o multicolores pueden conllevar riesgos. Los negros aumentan la sospecha.
D:Diámetro. Una mancha mayor de más de 3 centímetros de diámetro es una señal para acudir al dermatólogo.
E: Evolución. Un lunar que modifica su tamaño, forma o color y pica, se inflama o sangra.
También debes concertar visita con el dermatólogo. Debes saber que es igual de obligatoria que al resto de citas con especialistas que forman parte del chequeo que necesariamente debemos realizarnos como mínimo una vez al año, sobre todo si tienes lunares. Nuestros especialistas hacen uso de la dermatoscopia digitalizada (Fotofinder), que no solo revela el estado de tus lunares, sino que además nos permite detectar a tiempo la existencia de nuevas lesiones.
La detección precoz del cáncer de piel aumenta considerablemente la probabilidad de que el tratamiento de la patología sea exitoso.
En Quironsalud Valencia somos pioneros en el abordaje del cáncer cutáneo mediante la cirugía micrográfica de Mohs, una técnica que nos permite extirpar este tipo de tumores cutáneos y analizar de forma inmediata el alcance de la lesión, evitando la destrucción del tejido sano, lo que nos permite conseguir un alto porcentaje de curación.
El equipo de médico de dermatólogos de los centros está cualificado para detectar y tratar este tipo de tumores.
Texto elaborado por el doctor José María Ricart, jefe de dermatología del Hospital ¡Quirónsalud Valencia
El cáncer es una enfermedad vinculada al envejecimiento natural de las células. Por lo tanto, es inevitable que el cáncer conviva con el ser humano, especialmente en una sociedad donde la esperanza de vida es cada vez más elevada.
Se trata de una enfermedad cuya incidencia se puede reducir tomando ciertas medidas y precauciones, cómo estar alerta ante la aparición de determinados síntomas. Un pequeño lunar que crece, una tos o dificultad respiratoria no habitual, un sangrado ginecológico, en la orina, o del tubo digestivo, una pérdida de peso continuada no pretendida, nódulo en la mama, o ganglios que no desaparecen…
El cuerpo a veces nos da señales de que hay algo dentro de nosotros que no está del todo bien.
Está reconocido que un estilo de vida determinado disminuye (no elimina) el riesgo de cáncer.
Este debe consistir en una actividad física regular, como mínimo, 30 minutos de marcha ligera, no hablamos de paseo sino de darle un poco más de ritmo. Mantener un peso ideal (o aproximado), es decir, un IMC (Índice de Masa Corporal) alrededor de 25.
Para ello, además del ejercicio, supone comer con moderación, con abundante fruta y verdura, y minimizando (no eliminando) la grasa y los hidratos de carbono. La carne y el pescado, aunque tomados con moderación, no están prohibidos. Internacionalmente se reconoce a la Dieta Mediterránea como la óptima para este objetivo.
Por supuesto hay que suprimir el tabaco y minimizar el consumo de alcohol, así como la exposición a la radiación solar y lámparas UVA.
Es importante vacunarse frente a ciertos virus que predisponen al cáncer, si se entiende que se puede exponer a un riesgo, como la hepatitis o el virus del papiloma humano, así como realizar revisiones, estudios y chequeos médicos periódicos.
El cáncer es un diagnóstico al microscopio que realiza el patólogo a partir de una muestra de tejido obtenida por el especialista que corresponda según el síntoma apreciado.
Por lo tanto, es a este especialista al que hay que acudir cuando se detecten síntomas de sospecha.
El especialista, tras valorar los síntomas y tomar una muestra del tejido sospechoso, es informado días después de la existencia de cáncer.
Hoy en día es necesaria más información, a nivel molecular, para poder mantener una conversación con el paciente acerca de los tratamientos más apropiados y del pronóstico. Pero, al menos, en unos días, ya nos confirmarán la sospecha de que tenemos cáncer.
De manera clara hay que decir que sí es curable. En general, hoy en día la tasa de curación del cáncer está en alrededor del 55%.
Esta cifra varía, y mucho, en función del tipo tumoral que se trate y de la fase evolutiva en la que se ha diagnosticado.
Cáncer de mama, de colon y de próstata en fases precoces de diagnóstico (cada vez más habituales) alcanzan una curación del 90% y más, pero otros cánceres como pulmón, páncreas, incluso en fases iniciales, rondan el 60% y el 25% respectivamente, y son difíciles de encontrarlos en fases iniciales.
No obstante, la medicina molecular y personalizada, así como la inmunoterapia, del cáncer están generando un optimismo por la eficacia comparada con los tratamientos convencionales, con una mucho menor toxicidad, ya que se espera un salto significativo en la curabilidad del cáncer o, incluso, en su cronificación.
Quironsalud Torrevieja cuenta con un gran equipo de oncólogos para detectar y tratar, así como una variedad de tratamientos para la cura de tumores.
Texto elaborado por el doctor Joseba Rebollo, especialista del Servicio de Oncología de Quirónsalud Torrevieja
La braquiterapia es una modalidad de tratamiento de radioterapia, en el cual la fuente que emite la radiación, se encuentra en contacto o muy próxima a la zona a tratar.
Con ello se consigue que la radiación afecte a una zona más cercana alrededor de la fuente, con mínima irradiación de los tejidos sanos alejados de ella.
Se utiliza como tratamiento único en algunos pacientes con cáncer de próstata o de piel, o, más frecuentemente en combinación con cirugía, radioterapia externa y/o quimioterapia como en una amplia variedad de tumores: tumores ginecológicos: Cáncer de endometrio, cáncer de cérvix, Cáncer de vagina y vulva, Cáncer de canal anal, Sarcomas, Cáncer de mama, Cáncer de cabeza y cuello (cavidad oral, lengua), Carcinoma de esófago o Cáncer de pulmón.
Podemos clasificar la braquiterapia según la Dosis administrada en relación al tiempo (Tasa de Dosis) en:
En función a la técnica se diferencian dos tipos de braquiterapia, la intersticial y braquiterapia intracavitaria.
La Braquiterapia forma parte de los protocolos de tratamiento de tumores ginecológicos.
En función al tipo de tumor a tratar: carcinoma de endometrio, de cervix, de vulva o vagina, se emplea la técnica más adecuada (intersticial o más frecuente intracavitaria), y se indicará la dosis y número de días de tratamiento.
En la mayoría de las pacientes se utiliza después de la cirugía ginecológica, con o sin radioterapia externa pélvica previa, en función al tipo y estado del tumor.
Por ejemplo, en algunos tumores de endometrio con poco riesgo, se administran, al mes de la cirugía, 5 fracciones de braquiterapia endocavitaria exclusiva, mientras que, en otros casos con factores de riesgo de diseminación ganglionar o pélvica, se realiza primero radioterapia externa que se completa con 2 ó 3 sesiones de braquiterapia.
Es fundamental la braquiterapia para el tratamiento del cáncer de cuello de útero (cérvix) en pacientes no candidatas de cirugía, donde en combinación con quimioterapia y radioterapia externa alcanza altos porcentajes de curación.
La técnica en el caso de Braquiterapia Endocavitaria vaginal HDR, es un procedimiento sencillo, que se realiza de forma ambulatoria, sin anestesia ni sedación. El tratamiento se realiza en varias fracciones de pocos minutos de duración. Se administra con la vejiga vacía, utilizando un aplicador cilíndrico vaginal, cuya longitud y diámetro varía para la anatomía de cada paciente, y que se conecta a una máquina que contiene la fuente de radiación. Dicha fuente se desplazará desde la máquina hasta el aplicador para administrar el tratamiento, y al completarlo volverá a la máquina. El aplicador se desconectará y se retirará al paciente.
El tiempo del procedimiento depende de diferentes factores como es el tipo de tumor a tratar, su estadio (grado de extensión), y la dosis a administrar de la fuente de irradiación.
Así mismo también dependerá de la fuente de radiación que se utilice:
En la mayoría de los casos, se sienten pocos y leves efectos secundarios que dependen de la zona irradiada.
Es posible sentir algo de dolor, molestia o sensibilidad y sequedad en el área tratada, pero la mayoría de las personas pueden volver pronto a sus actividades habituales.
En cuanto al tratamiento de Braquiterapia prostática fundamentalmente se producen molestias urinarias leves: obstructivos (dificultad al inicio de la micción o chorro débil), escozor que suelen ir mejorando en pocas semanas.
Es importante señalar que, comparado con otros tratamientos para el cáncer de próstata, produce menos disfunción sexual que otros tratamientos.
La Braquiterapia Ginecológica por su parte, puede causar sequedad vaginal, por ello se indica usar geles hidratantes y puede producirse estrechamiento vaginal que ocasiona dolor durante las relaciones sexuales, para lo que se indica el uso de dilatadores vaginales las primeras semanas tras la braquiterapia.
Los especialistas de la unidad de Oncología Radioterápica de los centros de Quironsalud estudian cada caso de forma detallada con el equipo para elegir el mejor tratamiento para cada paciente.
Texto elaborado por la doctora Rosa Cañón, especialista en medicina radioterápica
del Servicio de Oncología de Quirónsalud Torrevieja
Este Blog pretende ser una guía para pacientes y familiares donde encontraran información acerca de esta enfermedad, últimos avances en su tratamiento así como consejos de estilo de vida saludables para prevenir la enfermedad
La finalidad de este blog es proporcionar información de salud que, en ningún caso sustituye la consulta con su médico. Este blog está sujeto a moderación, de manera que se excluyen de él los comentarios ofensivos, publicitarios, o que no se consideren oportunos en relación con el tema que trata cada uno de los artículos.
Quirónsalud no se hace responsable de los contenidos, opiniones e imágenes que aparezcan en los "blogs". En cualquier caso, si Quirónsalud es informado de que existe cualquier contenido inapropiado o ilícito, procederá a su eliminación de forma inmediata.
Los textos, artículos y contenidos de este BLOG están sujetos y protegidos por derechos de propiedad intelectual e industrial, disponiendo Quirónsalud de los permisos necesarios para la utilización de las imágenes, fotografías, textos, diseños, animaciones y demás contenido o elementos del blog. El acceso y utilización de este Blog no confiere al Visitante ningún tipo de licencia o derecho de uso o explotación alguno, por lo que el uso, reproducción, distribución, comunicación pública, transformación o cualquier otra actividad similar o análoga, queda totalmente prohibida salvo que medie expresa autorización por escrito de Quirónsalud.
Quirónsalud se reserva la facultad de retirar o suspender temporal o definitivamente, en cualquier momento y sin necesidad de aviso previo, el acceso al Blog y/o a los contenidos del mismo a aquellos Visitantes, internautas o usuarios de internet que incumplan lo establecido en el presente Aviso, todo ello sin perjuicio del ejercicio de las acciones contra los mismos que procedan conforme a la Ley y al Derecho.