Quirónsalud
Blog del Dr. Daniel Martín Fernández-Mayoralas. Neurología. Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo y Hospital Universitario Quirónsalud Madrid
Tratamiento del trastorno por déficit de atención/hiperactividad con estimulantes: eficacia.
En líneas generales, el tratamiento farmacológico del TDAH debe estar sustentado en un diagnóstico completo, del propio TDAH y sus comorbilidades. Debe iniciarse cuando el paciente presente una clara disfunción (social, académica, laboral, anímica o en su calidad de vida) y además, debe ir acompañado, cuando es necesario, de medidas psicoeducativas (familiares, escolares…) y psicológico-cognitivas encaminadas a mejorar los síntomas cardinales y los asociados o comórbidos.
El estimulante más antiguo disponible autorizado para su uso en el tratamiento del trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) en España actúa bloqueando la recaptación presináptica, sobre todo, de la dopamina, aumentando la concentración de éste entre neurona y neurona.
El tratamiento debe iniciarse por profesionales con experiencia en el TDAH, su comorbilidad, diagnóstico, diagnóstico diferencial y tratamiento. Es un fármaco con cientos de estudios, dado que se conoce desde hace muchos años (desde la década de 1950). Un meta-análisis (un conjunto de herramientas estadísticas, que son útiles para sintetizar los datos de una colección de estudios) de muchos trabajos publicados (62 estudios aleatorizados y controlados de casi 3.000 niños y adolescentes con TDAH) demostraba claramente la efectividad del fármaco en todas las escalas utilizadas para medir síntomas centrales del TDAH (hiperactividad si estaba presente, impulsividad y déficit de atención). Otros estudios que han medido calidad de vida u otras variables relacionadas con el funcionamiento vital (relaciones familiares, riesgos, relaciones sociales, resultados académicos, autoestima) han demostrado un claro beneficio estadístico con este tratamiento.
Su uso está claramente indicado en niños mayores de 6 años y adolescentes con síntomas de TDAH (cualquier subtipo, incluyendo el inatento "puro": ver https://www.quironsalud.es/blogs/es/neuropediatra/trastorno-atencion-tda-h-hiperactividad) cuya repercusión sea evidente en el medio escolar, laboral o comunitario. En general, el 70% de los pacientes con TDAH responde adecuadamente en comparación con el 4 a 30% de respuesta a placebo. La remisión sintomática (una especie de "curación", ya que el paciente deja de considerar que tiene los síntomas necesarios para padecer TDAH cuando está bajo tratamiento) se llega a conseguir hasta en el 50-60% de los casos tratados con formulaciones retardadas. Como es lógico, no todos los pacientes responden adecuadamente, como sucede con cualquier tratamiento.
El uso de estos fármacos podría estar probablemente indicado, aunque con gran precaución, en manos de un especialista con experiencia en niños preescolares mayores de 4 años con síntomas muy acusados que no han respondido a una terapia psicoeducativa intensa y que muestren una repercusión grave (hay más de 10 ensayos aleatorizados que así lo indican), así como en niños con síntomas de TDAH y trastornos asociados del neurodesarrollo como el trastorno del espectro autista o la discapacidad intelectual, entre otros. La experiencia general en estos grupos es la de una eficacia excelente, sin embargo, el tratamiento debe ser iniciado por profesionales especializados, y bajo control estrecho, debido a que los efectos indeseables y las respuestas paradójicas no son infrecuentes. Estos síntomas incluyen irritabilidad, tristeza, empeoramiento del comportamiento, etcétera.
Estudios recientes demuestran que puede usarse con precaución en pacientes con TDAH y epilepsia controlada.
Por último, esta medicación puede empeorar el trastorno de ansiedad grave asociado con frecuencia al TDAH, aunque la mejoría en la calidad de vida de estos pacientes puede favorecer una mejora notable de la sintomatología anímica y ansiosa.
Es conveniente empezar con dosis bajas y después realizar un escalado progresivo en función del efecto y de la aparición o no de efectos secundarios. Como norma, el paciente deberá tomar el tratamiento todos los días, sean lectivos o no. Debemos vigilar especialmente el apetito y el sueño. Si durante esta pauta aparecen problemas importantes de tolerancia de cualquier tipo, recomendamos contactar con el doctor vía mail. La duración del tratamiento dependerá del paciente; no es infrecuente que el tratamiento farmacológico se mantenga hasta la adolescencia, y en algunos casos incluso en la edad adulta, donde el TDAH puede persistir en una cantidad nada desdeñable de personas. En el próximo post hablaremos de los efectos secundarios y la monitorización del tratamiento.
Los fármacos estimulantes del sistema nervioso central (SNC) constituyen el tratamiento más usado y eficaz para tratar los síntomas del trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH). El motivo de esta denominación se debe a su capacidad de activar el nivel de vigilancia del SNC. Aumentan la concentración fundamentalmente de dopamina en las regiones cerebrales afectadas en el TDAH como el lóbulo frontal y los ganglios basales.
Fármacos psicoestimulantes
El empleo clínico de los psicoestimulantes se remonta a 1937, cuando Bradley los emplea de forma empírica para mejorar el dolor de cabeza tras neumoencefalografía (una prueba antigua en la que se metía aire en las cavidades del cerebro), y objetiva anecdóticamente que muchos de estos niños mejoran su atención y conducta. Desde entonces, se han completado más de 200 ensayos controlados con diferentes estimulantes que demuestran su eficacia sobre los síntomas cardinales del TDAH (inatención, impulsividad e hiperactividad), así como sobre las relaciones personales, la agresividad, la conducta oposicionista, los rendimientos académicos a corto y medio plazo, etcétera. De igual modo es frecuente observar a nivel curricular una mejora en la precisión lectora y matemática, así como en la destreza manual y la grafía.
Objetivos del tratamiento
Los objetivos del tratamiento son: la remisión completa de los síntomas (situación ideal) o al menos la reducción de la intensidad de los mismos, la mejora de las relaciones sociales con coetáneos, padres y profesores, la mejora en la calidad y eficiencia del trabajo académico, el aumento de la independencia y autonomía, una mayor autoestima y calidad de vida del paciente, así como una menor siniestralidad o accidentalidad de los mismos. Tras el apunte de estos propósitos, salvo excepciones, el tratamiento debe ser continuado, incluyendo los fines de semana y las vacaciones.
Tratamiento del trastorno por déficit de atención/hiperactividad
El tratamiento del TDAH debe ser por definición multimodal y englobar siempre medidas psicoeducativas individualizadas (incluyendo educación y profesionalización de padres, paciente y profesores, técnicas de modificación de conducta, mejora de las habilidades de organización, apoyos ocupacionales, etcétera). Aunque algunos pacientes con escasa repercusión pueden beneficiarse de estas medidas no farmacológicas en exclusiva, los estimulantes son la modalidad de tratamiento más útil y efectiva para el control de los síntomas propios del TDAH a corto plazo. El estudio de tratamiento multimodal (estudio MTA) demostró que los estimulantes eran más eficaces que otras medidas terapéuticas durante los primeros 14 meses de tratamiento controlado, aunque una vez que el estudio pasó a ser observacional, en las revisiones de los 24 y 36 meses, estas diferencias entre los distintos tipos de tratamiento quedaron reducidas, lo que es coherente con una ausencia de control del estudio sobre cual tipo de tratamiento hacían los pacientes (que dependía de ellos mismos). De hecho el estudio de Abikoff demostró la mejoría mantenida idéntica a los 12 y a los 24 meses de tratamiento mantiendo las características iniciales del estudio hasta el final del mismo. En resumen, la eficacia de los tratamientos con estimulantes, pese a la controversia suscitada por medios de comunicación está contratada por cientos de estudios y metaanálisis.
Para más información sobre los estimulantes y comprobar la bibliografía pertinente al mismo recomendamos el enlace:
https://www.pediatriadelspirineus.org/files/public/docs/Revision_Actualizacion%20TADH.pdf
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