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  • Hernia discal: causas y síntomas

    El área de la traumatología y ortopedia trata las enfermedades y las patologías relacionadas con el sistema músculo esquelético. Entre estas podemos mencionar, por ejemplo, la artrosis, la lumbalgia o las hernias discales. Sobre las últimas, muchos pacientes acuden a consulta con dudas acerca de qué es, y cuáles son sus síntomas y tratamientos. En este post se tratará todo lo relacionado a este trastorno.

    ¿Qué es una hernia discal?

    Hernia discalHernia discal

    Entre las vértebras de la espalda se encuentra el disco intervertebral, formado por el núcleo pulposo y el anillo fibroso, que tiene como misión distribuir las cargas y las presiones que soporta la columna vertebral. Este es capaz de deformarse y volver a su forma normal cuando desaparece la tensión. En el movimiento de extensión la vértebra superior se desplaza hacia atrás con lo que el núcleo se engrosa por delante, provocando un aumento de carga en las fibras anteriores del anillo que cuando alcanzan su umbral de tolerancia hacen que dicha vértebra recupere la posición previa.

    Una hernia discal se produce cuando el material del núcleo pulposo se sale del anillo fibroso debido a que las fibras de colágeno se han deteriorado y roto. Esto provoca que una parte del disco no sea capaz de regresar a su estado natural, pudiendo causar desde dolor en ambos brazos (en hernia de disco cervical) o piernas (hernias de disco lumbar) hasta cervicalgias o lumbalgias.

    Causas

    Es una afección que puede tener múltiples orígenes, desde problemas mecánicos como traumatismos, movimientos forzados de repetición, hasta un componente genético, pero el principal motivo por la que se produce es degenerativo. Es muy raro ver a personas menores de 30 años sufrir esta patología. Con el tiempo las fibras de colágenos del anillo fibroso se van degenerando y pierden elasticidad, por lo que después de deformarse ya no son capaces de volver a su posición previa y poco a poco se van rompiendo.

    Las hernias discales se suelen ver en las edades intermedias de la vida, para que un disco se hernie debe ser gelatinoso y en las personas de avanzada edad este está tan "seco" que es más raro que surjan.

    Hay diversos factores de riesgo que pueden predisponer a su desarrollo. Entre ellos destacan los trabajos que involucran vibración, torsiones frecuentes y la carga repetida de pesos. Además, los factores psicosociales, como el estrés laboral o las condiciones emocionales adversas, han sido identificados como contribuyentes significativos. Las condiciones físicas, como la debilidad muscular o la falta de flexibilidad, también pueden aumentar la vulnerabilidad a la hernia discal. Por último, los hábitos de vida desfavorables, como el tabaquismo y la obesidad, se asocian a un mayor riesgo de desarrollar esta condición.

    Síntomas

    Son muy variopintos, dependiendo de la localización de la hernia, su tamaño y grado de compresión neurológica que producen. Puede generar desde un simple dolor en columna conocido como lumbalgia, hasta estenosis de canal, que presenta síntomas más serios pudiendo afectar a la función de brazos y/o piernas.

    El síntoma más característico es la ciática: dolor que se va hacia glúteo (nalga) y miembro inferior, generalmente más allá de la rodilla (si es Lumbar). Otro síntoma frecuente son las parestesias (sensación de hormigueo) en miembros inferiores o superiores (si es Cervical).

    El dolor suele aumentar con la tos, mejorar tumbado con las piernas flexionadas, aumentar con la flexión anterior de la columna y con la sedestación prolongada y el paciente suele estar mejor caminando que a pie quieto.

    La artrosis lumbar, puede actuar como agravante de los dolores sufridos por hernia discal. En mucha menor medida, los dolores en columna son ocasionados por tumores en la columna, pero, definitivamente, ante un dolor en columna es más que conveniente acudir a consulta para la realización un estudio médico completo.

    Diagnóstico

    Una resonancia magnética (RM) es la principal prueba que se realiza para poder reconocer esta afección. Pero hay ocasiones en la que no se puede llevar a cabo esta prueba médica, por ejemplo, a personas con marcapasos. Entonces se lleva a cabo un escáner, aunque no tienen la misma calidad de imagen.

    Tratamiento

    La mayoría de los pacientes pueden experimentar mejoras significativas con tratamiento conservador. Las hernias tienden a mejorar en un periodo de 8 a 12 semanas, durante el cual el tratamiento se centra en el alivio del dolor mediante analgésicos y ejercicios suaves.

    En muchos casos, son trastornos que pueden reabsorberse, lo que conduce a la desaparición de los síntomas. No obstante, si el dolor se prolonga más allá de ese tiempo o si se presentan alteraciones en los esfínteres, podría requerirse de una intervención quirúrgica. Actualmente, hay varias técnicas que van desde la cirugía abierta tradicional hasta procedimientos mínimamente invasivos. Estas últimas, en particular, han demostrado reducir sustancialmente los riesgos asociados y minimizar los daños a los tejidos del cuerpo. Además, ofrecen tiempos de recuperación notablemente más cortos en comparación con las cirugías convencionales. La elección de la técnica quirúrgica dependerá de la evaluación específica de cada caso y de los factores individuales del paciente

  • El uso de las células madre en Traumatología

    En el ámbito de la Traumatología y la Cirugía Ortopédica, las células madre están emergiendo como una prometedora herramienta para el tratamiento de lesiones y enfermedades musculoesqueléticas.

    Patologías que hoy en día no tienen cura, sino apenas tratamiento, podrían tener una solución definitiva en un futuro. Las propiedades inmunomoduladoras y regenerativas que poseen, pueden tratar afecciones cardíacas, daños cerebrales y espinales, y casos como la esclerosis múltiple o la enfermedad de Crohn.

    Son muchos los cirujanos especialistas en terapias relacionadas que las catalogan como los elementos fundamentales del futuro de la medicina regenerativa. Estas tienen la capacidad de convertirse en muchos tipos de células distintas en el cuerpo y sirven como sistema de reparación para el organismo.

    Se trata de una nueva arma que ha demostrado curar diferentes trastornos y los investigadores siguen estudiando las propiedades de lo que puede suponer una revolución.

    Células madreCélulas madre

    ¿Qué son las células madre?

    Son la materia prima del cuerpo a través de las cuales se generan todas las demás células con funciones especializadas. Con las condiciones necesarias, ya sea en el cuerpo o en un laboratorio, estas se dividen para formar otras que pasarán a llamarse células hijas. Esta reproducción se realiza mediante un proceso de mitosis.

    Tipos de células madre

    En el cuerpo hay distintas. No obstante, se pueden establecer dos clasificaciones diferentes en función de dónde se sitúen o teniendo en cuenta su capacidad para generar unidades de distinta naturaleza y función en el organismo.

    Según su localización:

    -Adultas: se pueden extraer de cualquier persona con independencia de su edad y se encuentran en zonas específicas de tejidos y partes del organismo.

    -Embrionarias: están en los embriones de más de cuatro o cinco días de edad y a partir de ellas se generan todos los tejidos y órganos del feto. Al tener una capacidad de diferenciación elevada, son las más interesantes desde el punto de vista experimental, pero las cuestiones éticas han llevado a prohibir su uso en la mayoría de los países.

    -Del cordón umbilical: de su sangre se recogen las células hematopoyéticas, que producen células sanguíneas sanas. Del propio cordón se extraen células mesenquimales, cuya función reside en regenerar y reparar cualquier tipo de tejido.

    -Amnióticas: son muy activas y se localizan en el líquido amniótico. Sin embargo, se diferencian entre sí menos que las embrionarias.

    Según su potencial para dar lugar a distintos tipos de células:

    -Unipotentes: producen un único tipo de células. Un ejemplo esclarecedor es el de las células de la piel. Al estar continuamente renovándose, se puede extraer un fragmento de epidermis no dañada para cultivar células que generen tejido para su posterior trasplante a un paciente que haya padecido quemaduras considerables.

    -Multipotentes: están en los tejidos nuevos, de lo que se puede extraer que ya han experimentado una primera diferenciación y que continúan haciéndolo. Son adecuadas para el trasplante de tejidos, porque las posibilidades de rechazo son mínimas.

    -Pluripotentes: generan cualquier tipo de célula. No son células adultas, sino obtenidas a partir de células reprogramadas genéticamente. Podría decirse que son muy similares a las células embrionarias.

    -Oligopotentes: este tipo solo puede diferenciarse en pocas células.

    -Totipotentes: prácticamente son las embrionarias ya que se forman en el momento en que el óvulo se une con un espermatozoide para formar el cigoto. Estas originan cualquier tipo de célula, órgano y tejido del cuerpo.

    Tratamientos traumatológicos con células madre

    Los mamíferos tenemos capacidad muy limitada para la regeneración de tejidos, por ejemplo, no podemos hacer como una lagartija, que pierde su cola y la reconstruye con el tiempo. Su uso puede hacer que el cuerpo regenere algunos daños.

    Las células madre tienen diversas aplicaciones en traumatología y cirugía ortopédica. Se utilizan en el tratamiento de fracturas óseas complejas, ya que pueden acelerar el proceso de consolidación ósea y mejorar la calidad del tejido óseo regenerado.

    También se utilizan en el tratamiento de lesiones de cartílago, como en el caso de la osteoartritis, donde las células madre pueden estimular la regeneración del cartílago dañado. Además, se están investigando terapias con células madre para mejorar la cicatrización de tendones y ligamentos, lo cual puede ser beneficioso para deportistas y personas con lesiones deportivas.

    Por otro lado, el uso de células madre mesenquimales en el tratamiento de la hernia discal se ha convertido en una estrategia terapéutica prometedora por sus propiedades regenerativas, inmunomoduladoras y antiinflamatorias.

    Estos tratamientos producen aumentos en la densidad del cartílago y en el volumen de tejido meniscal. Si bien, algo muy característico es la disminución del dolor y la mejoría de la movilidad y funcionalidad articular.

    Es un proceso esencial para reparar lesiones de hueso por ejemplo en pacientes jóvenes que practican deporte profesional, además de ser una alternativa a la implantación de una prótesis en las personas mayores.

    A pesar de su alto coste y de presentar algunos efectos secundarios en determinadas ocasiones, muchos estudios han probado la capacidad de regenerar y reparar lesiones de huesos, en el cartílago, los tendones e incluso en los discos invertebrales.

    Cabe destacar también, la facultad de modular la secreción de sustancias proinflamatorias, suponiéndose así, una supresión de la inflamación.

    ¿Cómo se obtienen las células madre?

    En España pueden usarse las que se extraen del paciente adulto, generalmente de la espina iliaca anterosuperior tomando una muestra variable de contenido sanguíneo. Esta sangre se ultracentrífuga a gran velocidad alcanzando altas concentraciones de células madre multipotenciales.

    Otra de las fuentes más comunes es la médula ósea, donde se encuentran las mesenquimales que tienen la capacidad de diferenciarse en unidades óseas, cartilaginosas y del tejido conectivo. Estas células se obtienen mediante una aspiración de la zona, un procedimiento relativamente sencillo y poco invasivo.


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Sobre este blog

Blog de los expertos de la Unidad de Traumatología del Dr. Elgeadi, Jefe de Servicio de los Hospitales Quirónsalud San José y Quirónsalud Valle del Henares, con los mejores consejos para tratar y prevenir patologías y lesiones traumatológicas.

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