Legañas en los ojos

Legañas

Cuando tenemos a nuestro recién nacido en casa, todo son dudas y miedos, sobre todo cuando se trata de nuestro primer hijo/a. Una situación muy frecuente con la que os vais a encontrar es ver al bebé con los ojitos pegados por las legañas. Es algo muy común y en la mayoría de los casos no es un motivo de preocupación, pero vamos a explicar por qué aparecen y como poder prevenirlas.

Las legañas son secreciones de todas las células muertas que nuestro ojo produce como lágrimas o mocos. Cuando pasamos mucho tiempo con los ojos cerrados, el agua de estas lágrimas no se evapora y se acumula. Esta es la razón fundamental por lo que los bebés segregan tantas legañas. Sobre todo, los recién nacidos, pasan la mayor parte del tiempo dormidos, provocando la acumulación de todas esas partículas muertas que, durante el descanso, al no parpadear, no se eliminan. Otra de las razones es porque al nacer, los bebés suelen tener el conducto lagrimal bloqueado, y esto impide que las lágrimas drenen adecuadamente. A medida que el bebé crece sus conductos se desarrollan, pasan menos tiempo dormidos, y esto hace que la aparición de legañas disminuya.

No siempre podemos evitar que se formen, pero sí podemos tomar medidas para reducir su aparición y así poder mantener una buena higiene ocular para nuestro bebé. A continuación, os dejamos unas sencillas recomendaciones que podéis realizar en casa:

• Lava tus manos con frecuencia: antes de tocar al bebé o de limpiar sus ojitos, siempre es necesario lavarnos nosotros.
• Limpieza diaria de los ojos: con suero fisiológico humedecemos una gasa estéril y limpiamos suavemente los párpados y pestañas. Siempre con movimientos de dentro hacia fuera (desde la nariz a la oreja). Esto podemos realizarlo 2 veces al día.
• Limpiar cada ojo de forma individual: es importante no usar la misma gasa. Desecharemos la anterior y usaremos una nueva para limpiar el otro ojo.
• Masajear el conducto lagrimal: con un dedo podemos realizar un suave masaje en la zona del lagrimal. Esto nos puede ayudar a destapar los conductos lagrimales que estén bloqueados.
• Nunca separar sus párpados en seco: si las legañas están muy duras/secas, las humedeceremos con más agua/suero, pero nunca tirando del párpado.
• Evitar agentes irritantes: mantener al bebé alejado del polvo, humo, o cualquier producto químico que pueda irritarle los ojos.
• No debéis usar nunca algodón. En todo caso, si no tenéis gasas estériles podéis utilizar toallitas de higiene ocular.

Las legañas en los bebés son completamente normales y en la gran mayoría de los casos son inofensivas. No obstante, es importante estar atentos ante cualquier signo de alarma que nos pueda estar indicando que algo no va bien. Si observáis que las legañas son muy espesas, de color amarillo-verdoso, los ojos están rojos e hinchados o él bebé se frota constantemente, debéis consultar con el pediatra para obtener un diagnóstico adecuado.

RECORDAD: ¡SI DE SUS OJITOS QUERÉIS DISFRUTAR, UNA CORRECTA HIGIENE OCULAR DEBÉIS REALIZAR!