Quirónsalud
Blog de los Servicios de Oncología de los Hospitales Quirónsalud de Murcia, Torrevieja, Valencia y Tenerife
Texto elaborado por el Doctor Joseba Rebollo, oncólogo de Quirónsalud Torrevieja y Alicante.
El cáncer es una enfermedad curable y así ha sido desde siempre independientemente del tipo de cáncer de que se trate. Pero también hay muchos pacientes que no se curan.
Esto es debido a una serie de factores:
En general, hay unos tipos de cáncer más fácilmente curables que otros.
Por ejemplo, el cáncer germinal de testículo o el melanoma
figuran con las más altas tasas de curación, por encima del 90%, mientras que el cáncer de páncreas o el mesotelioma se curan menos del 10%.
Es decir, la fase evolutiva del cáncer en la que se encuentre el paciente.
En general, tumores en fase I se curan por encima del 90%, mientras que en fase IV la curación es ocasional.
El mayor beneficio del tratamiento se consigue cuando se organizan en comités multidisciplinares procurando que el tratamiento sea personalizado es decir adaptado al tumor, al estadio, a las características moleculares del tumor, y la condición física del paciente.
Por eso, cuando decimos que un tumor es altamente curable (tumor germinal o melanoma como se ha indicado antes) significa que o bien se diagnostican en fase muy precoz donde habitualmente la terapia es extremadamente eficaz, mientras que los difícilmente curables no cumple ninguno de estos requisitos.
La tasa de curación se suele referir a la tasa de pacientes libres de su cáncer durante un periodo mínimo de seguimiento de cinco años.
Pero esto es relativo según se trate de un cáncer muy agresivo o de un cáncer más indolente, es decir, de crecimiento más lento.
En los primeros basta con superar tres años y el segundo sería un seguimiento de siete incluso 10 años.
Pero en general se utiliza el intervalo de cinco años y a partir de los cuales es muy difícil que un tumor se reproduzca.
Las estadísticas oficiales últimas en España muestran que la tasa cinco años sin que reaparezca el tumor es del 55,3 % en hombres y 61,7 % en mujeres (esta diferencia se debe a los distintos tipos de cáncer que predominan en uno y otro sexo).
Esta supervivencia es similar a la que se observa en los países de nuestro entorno. Además se constata un ligero incremento continuado de las cifras de curación con el transcurso de los años.
En general utilizamos la referencia de los cinco años de vida sin evidencia de recurrencia del tumor.
No obstante, dependiendo de cada tumor, en algunos casos es preciso del seguimiento aunque sea anual hasta los siete o 10 años.
Superado ese intervalo a partir del cual la recurrencia del tumor es excepcional, el paciente precisa de una supervisión por un médico de atención primaria o por algún otro especialista para supervisar las secuelas, realizar las mejoras que fueran precisas para la imagen y funciones corporales.
La vigilancia preventiva es adecuada porque existe la posibilidad de aparición de segundos tumores por lo que es conveniente la promoción de estilos de vida saludable y la vigilancia de signos o síntomas de sospecha para el diagnóstico de un nuevo cáncer en un estudio de cultivo precoz.
Texto elaborado por el doctor Joseba Rebollo, oncólogo de Quirónsalud Alicante.
Todos sabemos que el verano es una de las estaciones más esperadas por todos. Disfrutar de la familia, amigos, viajes, días de playa y piscinas…
Los pacientes oncológicos pueden tener dudas sobre cómo pueden disfrutar de sus vacaciones, en este post os ayudamos a resolverlas y os contamos sobre algunos factores que minimizan el riesgo de imprevistos durante esos días.
Es importante que se planifiquen las vacaciones teniendo en cuenta el programa terapéutico al que se está sometiendo el paciente.
No hay inconveniente en utilizar los intervalos entre ciclos de quimioterapia para ello, en los que se debe llevar una vida normal.
Debe hacerse con suficiente medicación oral para que no falte durante esos días. Se puede comentar con el médico porque suele ser flexible para tratar con los intervalos de descanso entre ciclos y para, sí es posible, hacerse con algún informe reciente que refleje la situación de la enfermedad y el tratamiento que está recibiendo, así como las limitaciones que el médico considere.
Es importante llevar números de teléfonos relevantes y tener bien localizados centros médicos en la zona por si surgiera algún imprevisto.
Es importante que la situación personal la conozcan familiares y amigos con los que va a viajar.
Entenderán las limitaciones, buscarán alternativas y resolverán con mayor facilidad pequeños inconvenientes sin generar frustración. Incluso suelen ser motivaciones adicionales para planificar el viaje.
Estos días son para disfrutar, desconectar y descansar, por ello es importante que te sientas cómodo/a contigo mismo/a. Usa prendas cómodas, que te hagan verte y sentirte bien, usa complementos que te ayuden a protegerte del sol, y sobre todo disfruta.
Trata de evitar el sol en las horas centrales del día (entre las 12.00 y las 18.00 horas) y minimiza la exposición al sol directo en no más de 10 a 15 minutos.
Usa protecciones solares como gafas, sombreros, gorros, ropa amplia y cómoda, y lociones protectoras (50+ aplicada varias veces al día).
Esto es especialmente importante si se está recibiendo quimioterapia o comprimidos contra el cáncer de pulmón (conocidos como terapia anti-EGFR), así como radioterapia torácica.
Incorporar estas sencillas medidas de precaución no supone un gran cambio de hábitos durante el verano y evitará posibles riesgos de salud durante el tratamiento oncológico y además conseguirás un disfrute y beneficio físico y emocional.
Si quieres más consejos sobre cómo afrontar el verano los especialistas de Quirónsalud te informan.
Texto elaborado por los Doctores Pedro Antonio Cascales Campos y Juan Antonio Luján Monpeán, del servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud Murcia.
El diagnóstico de un cáncer supone un momento vital muy estresante para el paciente y su familia.
Uno de los puntos críticos en el manejo de esta enfermedad es la elección de una estrategia terapéutica correcta desde el principio, con un enfoque multiprofesional y multidisciplinar. La obtención de los mejores resultados pasa por no fallar en el diseño de dicha estrategia y en que ésta sea aplicada por profesionales expertos y coordinados. Si además éste se presenta en estadios avanzados, cada detalle puede ser clave.
La Carcinomatosis Peritoneal (CP) se define como toda diseminación tumoral que afecta de forma localizada o difusa, al peritoneo y a los órganos vecinos. De forma mayoritaria puede tener dos orígenes, por un lado, el mismo peritoneo (Pseudomixoma peritoneal, Mesotelioma) y por otro, a partir de tumores del tracto digestivo o ginecológico.
Los pacientes afectos tienen una oportunidad de ser tratados, en algunas ocasiones con intención curativa, mediante la realización de extensos procedimientos de citorreducción en combinación con la utilización de quimioterapia intraperitoneal intraoperatoria hipertérmica (HIPEC).
No todos los escenarios clínicos son iguales, pero en aquellas patologías que se benefician de la terapia combinada, los resultados obtenidos son muy superiores a los alcanzados con la administración exclusiva, y con sin intención curativa, de quimioterapia sistémica. Puedes consultar tus dudas con los especialistas en oncología de nuestras Unidades de Quirónsalud.
El peritoneo es el tejido que recubre la pared abdominal y cubre la mayor parte de los órganos en el abdomen. El término Pseudomixoma Peritoneal hace referencia a los hallazgos operatorios en los que se encuentra una cavidad peritoneal llena de moco (ascitis mucinosa o "Jelly Belly").
No existe duda de que la citorreducción e HIPEC es actualmente el mejor tratamiento disponible. La citorreducción aquí puede ser muy intensa por la extensión de la enfermedad, pero tiene junto a la administración de HIPEC, un marcado carácter curativo, con supervivencias que superan los 15, 20 y 25 años.
No todas las situaciones clínicas deben ser acompañadas con quimioterapia sistémica tras la cirugía, por lo que el manejo desde el principio por personal especializado es fundamental.
Este tipo condición puede estar relacionada con otros tumores primarios desarrollados en otros órganos, como son:
Ovario.
Mama.
Páncreas.
Los pacientes con carcinomatosis peritoneal suelen tener síntomas inespecíficos, como molestias abdominales, distensión abdominal y cansancio. Especialmente debemos estar atentos a aquellos en los que ya existe un diagnóstico previo de una enfermedad maligna.
Otras veces el diagnóstico es casual, y se realiza durante el seguimiento de pacientes con neoplasias malignas tratadas ya, o en el estudio de un paciente con sintomatología digestiva inespecífica.
Durante la fase inicial, la Carcinomatosis Peritoneal puede ser completamente asintomática y, en muchos casos, solo se detecta en el transcurso de la resección quirúrgica del tumor primario.
Estos pueden ser los síntomas de alarma frente a los que hay que estar atentos:
• Hinchazón abdominal.
• Pérdida de apetito y peso.
• Náusea y estreñimiento.
• Dolor abdominal.
• Cansancio.
• Dificultad en la respiración debida a la acumulación de grandes cantidades de fluidos en la cavidad abdominal (ascitis).
En la actualidad y dada la variedad de pruebas diagnósticas con las que cuenta la Unidad de Oncología de los centros Quirónsalud, se realiza una combinación de exámenes diagnósticos, como pueden ser:
Pruebas habituales en sangre, incluyendo los marcadores tumorales.
Scanner (tomografia computerizada o TAC).
PET (tomografia por emisión de positrones).
Biopsia.
Laparoscopia.
Se trata de una intervención quirúrgica compleja que consta de dos fases sucesivas:
El objetivo es retirar todas las lesiones tumorales visibles en el abdomen. Los órganos intra-abdominales afectados por el tumor pueden ser resecados y extirpados de forma segura para asegurar que no queda ningún tumor maligno.
La Quimioterapia hipertérmica intra-peritoneal tiene como objetivo es eliminar las células y acúmulos microscópicos residuales de la enfermedad maligna, invisibles a simple vista, que puedan permanecer en el abdomen después de la cirugía, y que son responsable de la cirugía. Consiste en administrar una solución hipertérmica de fármaco quimioterápico a alta concentración de forma directa en la cavidad abdominal. Se trata de un auténtico baño de la cavidad abdominal que se obtiene haciendo circular, durante 60-90 minutos, la solución quimioterapéutica, calentada a 42-43º, mediante la tecnología adecuada y diseñada para tal fin.
Al ser una condición compleja, el futuro de los pacientes y el pronóstico depende de la situación de la persona, el tipo de tumor, el grado de extensión de la enfermedad dentro y fuera del abdomen, y las posibilidades de conseguir una resección completa durante un procedimiento quirúrgico.
No cabe duda de que un grupo de pacientes pueden llegar incluso a curarse, por lo que la evaluación de estos debe permitir seleccionar a los pacientes con mejor pronóstico. La estrategia en esta fase de la enfermedad es esencial y obligatoria que sea realizada por profesionales con experiencia acreditada.
Este tratamiento combinado es eficaz en tumores con gran tendencia a la diseminación peritoneal, cuya enfermedad afecta preferentemente a esta localización y durante largos periodos de tiempo. La enfermedad debe ser sensible a la quimioterapia sistémica. Actualmente la técnica es aplicada a pacientes con carcinomatosis peritoneal por neoplasias apendiculares-pseudomixoma peritoneal, mesotelioma peritoneal maligno, cáncer colorrectal y de ovario avanzado primario y recurrente. En otras patologías, es necesario individualizar la indicación.
Post elaborado por Juan Delgado, jefe de radiología en Murcia.
La Tomografía Computarizada (TC) o Tomografía Axial Computarizada (TAC), es una de las técnicas de imagen utilizadas para detectar y caracterizar múltiples patologías.
En el caso del cáncer, permite:
Detección.
El primer paso es diagnosticar si el paciente presenta un hallazgo patológico. Cuanto más pronto se detecte una lesión, antes se podrá actuar, consiguiendo un tratamiento de mayor eficacia y con menor afectación del paciente.
En el diagnóstico precoz, la imagen médica juega un papel fundamental a través de todas las técnicas, entre ellas la TC.
Caracterización.
No todas las entidades médicas son iguales, tampoco los cánceres. Las técnicas de imagen médica, entre las que se encuentra la TC, permiten diferenciar múltiples entidades benignas, premalignas y malignas. Por tanto, condicionan el diagnóstico, el tratamiento y el pronóstico de estos pacientes.
Estadificación.
En el caso particular del cáncer, es especialmente importante la estadificación, dado que determina la posibilidad de tratamiento quirúrgico, la necesidad de complementar el tratamiento con una quimioterapia o radioterapia anterior a la cirugía (tratamiento neoadyuvante) o posterior a la cirugía (tratamiento adyuvante).
Dado que hay múltiples tipos de cáncer, existen también múltiples pruebas diagnósticas para detectarlos.
La TC es una técnica de imagen que permiten caracterizar múltiples tejidos y en complemento con las demás técnicas de imagen (radiografía, ecografía y resonancia) permite la detección, caracterización y estadificación de múltiples tipos de cánceres.
La TC es especialmente útil para el estudio de algunas estructuras. Por ejemplo:
En los pulmones. Después de la radiografía, la TC es la siguiente técnica utilizada para el estudio del cáncer de pulmón.
En los huesos. La TC es, junto con la resonancia magnética, la mejor técnica para la caracterización de los tumores óseos y su posible asociación con fracturas.
En el colon. Es difícil detectar un carcinoma de colon únicamente mediante TC. Normalmente se suele sospechar tras la detección de sangre en heces y se diagnostica mediante colonoscopia. No obstante, ocasionalmente, se puede realizar una colonoscopia virtual, permitiendo la sospecha o confirmación diagnóstica, con mayor comodidad para el paciente que la colonoscopia propiamente dicha.
La TC utiliza radiaciones ionizantes, por lo que existe un riesgo real en el largo plazo de que el uso inadecuado y excesivo de esta prueba condicione la aparición de un cáncer.
No obstante, los protocolos actuales se encuentran optimizados para emitir la mínima dosis de radiación necesaria para conseguir una imagen de calidad. Esto es lo que en protección radiológica se conoce como doctrina ALARA (As Low As Reasonably Achievable). La radiación será lo más baja posible, pero consiguiendo obtener una imagen de buena calidad, útil para el diagnóstico médico.
Si se realizan los estudios de imagen necesarios adecuadamente prescritos por un médico, el beneficio del diagnóstico precoz del cáncer supera por mucho al potencial riesgo de inducirlo como consecuencia de la exposición a radiación.
Por otro lado, en muchas adquisiciones de TC se realiza administración de contraste intravenoso. Previamente a la inyección, se verificará la función renal del paciente y se realizarán los protocolos de hidratación o protección renal necesarios para garantizar su seguridad.
La TC es una técnica indolora. El paciente se introduce en una máquina con forma de tubo y permanece en ella normalmente durante apenas unos segundos. No obstante, el tiempo total depende mucho del tipo de estudio.
Por ejemplo, si se realiza un estudio urológico, la última fase se deberá adquirir 12-15 minutos tras la inyección del contraste intravenoso. Por tanto, aunque la adquisición de la imagen dure apenas unos segundos, el paciente deberá permanecer en la camilla durante este tiempo.
La inyección de contraste es como cualquier otra inyección intravenosa. Requiere que se tome una vía y se inyecte un medicamento a base de contraste radiológico yodado que produce una cierta sensación de calor y, unos minutos más tarde, ganas de orinar.
Existen muchos tipos de cáncer y por tanto muchas presentaciones distintas en imagen.
El cáncer se puede manifestar como nódulos, pólipos, alteraciones estructurales, distorsiones de la arquitectura de algún órgano...
El Médico Radiólogo es el especialista encargado de realizar el informe en el que se describe el resultado de la TC.
El caso de los estudios oncológicos es especialmente importante comparar el estudio actual con los previos y correlacionar los hallazgos en imagen con la historia clínica del paciente.
Aunque varía mucho según el tipo de estudio, el doctor tarda entre 15 y 30 minutos en establecer el diagnóstico y redactar el informe.
Dependiendo de la carga de trabajo de cada centro y de la urgencia del estudio, el informe puede entregarse al paciente en el día de la adquisición o hasta una semana más tarde.
En Quirónsalud Murcia contamos con un equipo de radiólogos que trabajan para que el tiempo en obtener los resultados sea el mínimo.
Cada tipo de prueba es más o menos fiable para el estudio de determinados órganos o patologías.
No existen unas técnicas superiores a otras, la utilidad de cada una depende de la indicación y del diagnóstico que se pretenda confirmar o descartar.
Los diferentes médicos especialistas conocen los diagnósticos y por tanto prescriben las pruebas adecuadas en cada caso.
Una de las tareas del Médico Radiólogo en Quirónsalud es supervisar y aconsejar a los otros médicos en la decisión y utilización de pruebas de imagen y la optimización de protocolos diagnósticos para mejorar la rentabilidad diagnóstica.
En los casos en que está científicamente validado en base a las recomendaciones incluidas en las guías clínicas de las diferentes sociedades científicas nacionales e internacionales. Esto incluye confirmar, descartar, detectar, caracterizar y estadificar diferentes enfermedades o entidades médicas, entre ellas el cáncer.
Si quieres saber más sobre este tipo de prueba puedes consultar con nuestros especialistas.
Muchos enfermos diagnosticados de cáncer buscan información sobre temas de alimentación. La finalidad es evitar el temido deterioro físico producido por la enfermedad y los tratamientos administrados.
El cáncer afecta a la alimentación de diversas maneras. Puede provocar una sensación de saciedad permanente, dolor, cansancio, y la tristeza asociada también influyen en una insuficiente alimentación. Algunos tumores producen mal funcionamiento de sistemas digestivos por obstrucción, complicaciones como sangrados e infecciones que provocan un consumo y pérdida de calorías exageradas
El enfermo con cáncer debe cuidar su alimentación con más detalle que cualquier otra persona.
El paciente debe buscar una dieta sana y equilibrada en función de sus necesidades nutritivas y su tratamiento. Para ello el paciente puede consultar con su médico o con un nutricionista para llegar a conseguir una dieta suficiente, sana y equilibrada que contenga alimentos de todos los grupos alimentarios.
Lograr el equilibrio en cantidad y frecuencia adecuadas que ayudará a:
Deben seguirse 10 rutinas alimentarias:
Los tratamientos del cáncer suponen una dificultad adicional a nuestro propósito de dieta suficiente, sana y equilibrada. El tratamiento puede provocar dolor, náuseas, pérdida de apetito y alteración en la percepción de los sabores. A menudo son síntomas breves ya que duran horas o pocos días. Pero en ocasiones son persistentes.
Como el objetivo es comer lo suficiente debemos mantenernos positivos, y tener paciencia. Debemos comer cuando nos resulte menos dificultoso pero procurando mantener las cuatro o cinco tomas diarias. Es interesante hacer una planificación semanal del menú diario. Hay que asegurarse de que en casa siempre haya alimentos nutritivos disponibles dado que en algún momento puede ser difícil salir a la calle a comprar por lo que puede ser interesante e importante pedir ayuda de un familiar o conocido para la compra o preparación de la comida.
En los momentos difíciles del tratamiento es importante comer en los momentos que más apetezca y lo que apetezca en cada momento, aprovechar los momentos de más apetito y comer tranquilo y relajado. No descuidar la hidratación.
Establecer pequeños objetivos diarios que se puedan cumplir, por ejemplo, medio yogur, un puñado de frutos secos, galletas… Siempre alimentos que sean fáciles de comer para ir picando.
Existen muchas creencias populares, pero no existe ninguna alimentación que por sí sola cure o elimine el cáncer.
Es muy extendida la creencia que la dieta baja en azúcar, el té verde, los frutos rojos pueden contribuir a curar el cáncer. Así como el uso de utensilios de porcelana, los alimentos ecológicos… No existen pruebas objetivas suficientes para sostener estas creencias.
Ni el azúcar, ni la carne roja, ni los lácteos o el chocolate, edulcorantes artificiales o el pescado azul tienen que ser repudiados, sino que deben integrarse con moderación en una dieta suficiente y equilibrada. Ni los recubrimientos de teflón de la sartén, el microondas, ni la barbacoa son útiles perjudiciales. Además de esto, tampoco hay evidencia suficiente de que los frutos rojos, el ajo, los alimentos ecológicos, el té verde, las semillas de lino o la cúrcuma tengan un efecto beneficioso sobre el cáncer.
En concreto, los suplementos alimenticios comercializados, aunque sean seguros e inofensivos, solo complementan una dieta cuándo es insuficiente o incompleta. Las dietas cetogénica, veganas, alcalinas o macrobióticas, no han demostrado ningún dato clínico publicado beneficioso hasta el punto de poder sustituir a una dieta normal.
El tratamiento oncológico suele provocar efectos secundarios que dificultan o agravan la alimentación del paciente. La cirugía por sí misma supone un desgaste calórico formidable que se añade a un periodo concreto de mucha menor alimentación.
La quimioterapia y la radioterapia se asocian a ciertos efectos secundarios como la pérdida de apetito (anorexia), las náuseas y los vómitos tan frecuentes, diarrea o estreñimiento, sequedad de boca (muy frecuente con la radioterapia), mucositis (o inflamación de la boca) o la enteritis que además de producir diarrea produce malabsorción intestinal.
Cuando se pierde el apetito es necesario aprovechar al máximo los momentos de más hambre así como preparar platos más preparados y atractivos para la vista.
Es aconsejable caminar un poco antes de comer, aprovechar horas de insomnio para ingerir algún líquido suave, enriquecer los platos con suplementos proteicos (como la leche en polvo, el queso rallado, la clara de huevo, jamón, pavo o pescado troceado).
Es importante beber fuera de las comidas para evitar el llenado precoz del estómago.
Cuando se presentan las náuseas y los vómitos es conveniente realizar comidas frecuentes y de puja de poco volumen, evitar alimentos fritos muy condimentados. Es mejor alimentos suaves y tibios, y acaso picoteos con pequeños bocadillos, descansar después con el torso incorporado o caminar brevemente después de comer.
Cuando existe diarrea es conveniente beber con frecuencia (1,5-2 litros diarios). Es recomendable el consumo de zumo de limón, caldos suaves e infusiones suaves. Son útiles las bebidas de deportistas. El consumo de estas debe ser más frecuente y de bajo volumen. Es bueno comer comidas sencillas, con poca grasas, al vapor horno plancha o hervido. Evitar alimentos intensos como el chocolate condimentos irritantes, lácteos, fibra y piel de la fruta.
Para el estreñimiento es importante beber mucho líquido y tomar alimentos ricos en fibra y evitar comida astringente, ejemplo de estos alimentos son el membrillo, el plátano, el vino tinto o la canela el arroz blanco. Es importante caminar.
Cuando se padece sequedad de boca es importante beber con frecuencia. Se puede usar hielo o gelatina de frutas ácidas, mantener una buena higiene bucal con enjuagues, evitar comida seca y fibrosa como tostadas, galletas, carnes a la plancha y procurar comer alimentos de textura blanda como el queso tierno, arroz, verdura cocida, pan de molde.
Cuando se padece mucositis, que es la inflamación de la boca, es conveniente ingerir líquidos no ácidos y procurar comidas suaves blandas como tortillas, batidos, mouses, pudines, cremas a temperatura tibia o fría. Hay que evitar ácidos como el tomate, cítricos, kiwi, fresa y alimentos secos y mantener una buena higiene bucal. Si es necesario, se toman analgésicos o mantenemos hielo en la boca antes de comer.
Texto elaborado por el doctor Joseba Rebollo, especialista de la Unidad de Oncología Quirónsalud Alicante
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