Quirónsalud
Blog de Salud y bienestar mental del Hospital Quirónsalud Digital
La hibristofilia es un fenómeno psicológico complejo en el que una persona siente una atracción sexual o romántica hacia individuos que han cometido actos delictivos o comportamientos socialmente inaceptables, particularmente aquellos de naturaleza violenta o criminal. Esta atracción surge de una variedad de motivaciones psicológicas, que pueden incluir una fascinación por el poder, la peligrosidad o la transgresión de normas sociales.
Desde una perspectiva psicológica, la hibristofilia está relacionada con una serie de factores, tales como la búsqueda de emociones intensas, el deseo de dominación o sumisión, la fantasía de redención o transformación del individuo delincuente o incluso la identificación con el comportamiento delictivo como una forma de rebelión contra normas sociales percibidas como opresivas o restrictivas.
Es importante destacar que la hibristofilia puede presentar riesgos significativos para la persona que la experimenta, ya que lleva a tener relaciones disfuncionales o incluso peligrosas con individuos que representan una amenaza para la seguridad y el bienestar emocional. En la práctica clínica, es crucial abordar esta atracción desde una perspectiva terapéutica para comprender sus raíces subyacentes y ayudar a la persona a desarrollar relaciones saludables y satisfactorias.
La atracción por personas tóxicas surge de una combinación de factores psicológicos, emocionales y sociales complejos. Algunas causas de esta atracción son:
Patrones de apego disfuncionales: las experiencias tempranas de apego inseguro o traumático pueden influir en la forma en que una persona percibe las relaciones. Aquellos que han experimentado relaciones de apego inseguro pueden sentirse atraídos por personas tóxicas como una forma de repetir patrones familiares o buscar familiaridad, aunque sean perjudiciales.
Baja autoestima y autoconcepto negativo: las personas con baja autoestima pueden sentirse más inclinadas a buscar validación externa, incluso si proviene de relaciones tóxicas. Pueden creer que no merecen relaciones saludables y se conforman con aquellas que les hacen sentir poco valorados o maltratados.
Necesidad de rescatar o ser rescatado: algunas personas se sienten atraídas por individuos problemáticos porque creen que pueden "arreglarlos" o ayudarles a cambiar. Esto puede ser un reflejo de un deseo subyacente de sentirse necesitados o importantes para alguien más.
Falta de límites personales: quienes tienen dificultades para establecer límites personales claros pueden ser más propensos a atraer o ser atraídos por personas tóxicas que violan esos límites. Pueden tener dificultades para reconocer comportamientos dañinos o para alejarse de relaciones perjudiciales.
Adicción a la emoción: algunas personas se sienten atraídas por la intensidad emocional que acompaña a las relaciones tóxicas. La excitación o la adrenalina que proviene de la constante turbulencia pueden volverse adictivas, incluso si son emocionalmente agotadoras.
Modelos de rol: la observación de relaciones tóxicas en el entorno familiar o social puede normalizar este tipo de comportamiento y hacer que alguien lo vea como una parte natural de las relaciones. Pueden estar acostumbradas a lidiar con la tensión y el conflicto y, por lo tanto, sentirse más cómodas en ambientes de este tipo que con la estabilidad emocional.
Las personas con hibristofilia pueden exhibir una serie de características particulares, como por ejemplo verse metidas repetidamente en dinámicas de poder y sumisión. Inconscientemente les atrae la idea de dominar o ser dominadas por alguien, a quien a menudo idealizan viéndolo como figura rebelde o romántica. Acostumbran a pasar por alto o minimizar los aspectos negativos de su comportamiento y enfocarse en cualidades que encuentran atractivas o emocionantes.
Algunas fantasean con la idea de redimir o transformar al delincuente, creyendo que son capaces de cambiar su comportamiento o ayudarlos a encontrar el camino hacia una vida más positiva. En este sentido, la experimentación de experiencias emocionales intensas puede satisfacer su necesidad de emoción y aventura.
También es frecuente que tengan dificultades para establecer límites saludables en las relaciones y pueden tolerar o justificar comportamientos dañinos por parte del delincuente.
No obstante, estas características pueden manifestarse de manera diferente en cada persona. Además, la hibristofilia puede variar en intensidad y puede llegar a suponer un problema que requiere de atención y comprensión
desde una perspectiva terapéutica más profunda.
Detectar la hibristofilia en alguien puede ser difícil, ya que no es algo que se manifieste claramente en el comportamiento cotidiano. Sin embargo, hay algunas señales que podrían indicar la presencia de esta atracción:
Obsesión, fascinación o idealización de criminales famosos: si la persona muestra un interés excesivo por delincuentes notorios, sigue noticias sobre crímenes con entusiasmo o consume contenido relacionado con los delitos de manera constante, podría ser una señal de hibristofilia. También puede idealizarlos pasando por alto sus acciones perjudiciales y centrándose en cualidades que considera atractivas o emocionantes.
Relaciones anteriores con delincuentes: si la persona tiene un historial de relaciones románticas o amistades cercanas con individuos que han tenido problemas con la ley, podría ser una señal.
Búsqueda de emociones intensas o peligrosas: si la persona tiende a buscar experiencias emocionales intensas o peligrosas y parece ser atraída por la idea de vivir al límite o desafiar las normas sociales, podría ser una indicación.
Dificultades para establecer límites en relaciones: si la persona parece tener dificultades para establecer límites saludables en relaciones y tolera comportamientos dañinos por parte de su pareja o amigos, podría ser un indicio.
Es importante tener en cuenta que estas señales por sí solas no confirman la presencia de hibristofilia, ya que muchos de estos comportamientos también pueden tener otras explicaciones. Si tienes preocupaciones acerca de la hibristofilia en ti mismo o en alguien más, es recomendable buscar orientación profesional de un psicólogo especializado en relaciones y atracciones atípicas.
Joan Francesc Serra Pla, psicólogo clínico adjunto en la Unidad de salud y bienestar mental del Hospital Quirónsalud Digital.
Todo cambio en psicología implica un proceso, una sucesión de pequeñas etapas que se van alcanzando en el tiempo. En este sentido, no hay fórmulas mágicas de resultado inmediato. Sin embargo, en terapia de pareja, el progreso puede observarse desde las primeras sesiones.
En primer lugar, se procurará descubrir qué ha llevado a la pareja hasta la situación actual: ¿ha surgido una tercera persona? ¿Es una relación asimétrica dónde una parte se impone sin respetar al otro? O bien, como ocurre en tantas ocasiones, ¿el desgaste de la convivencia, las dificultades del día a día y una comunicación deficiente han terminado por hundir a la pareja en una crisis profunda?
Si la causa puede identificarse con claridad las soluciones se alcanzarán mediante acuerdos de pareja o aplicando técnicas de solución de problemas. Sin embargo, cuando la interacción entre ambos falla, será necesario modificar el estilo comunicativo de la pareja practicando la llamada comunicación empática entre ellos.
Todo aquello que provoque malestar psicológico y que, tras diferentes intentos, no se consigue aliviar, es susceptible de tratarse en terapia de pareja
. Veamos algunas señales.
El respeto es un requisito básico para cualquier relación personal. Por ello, si se están vulnerando derechos fundamentales es aconsejable interrumpir la convivencia.
Sin embargo, el respeto en un sentido más amplio, implica dejar ser al otro en su original personalidad y potenciarla para que alcance la tan deseada mejor versión de sí mismo. En este sentido, pueden darse faltas de respeto sutiles, y no por ello menos dañinas, que aconsejen la intervención.
Cuando el diálogo cede paso a la discusión y ésta a la agresión verbal mediante gritos, frases hirientes e incluso insultos, ha llegado el momento de buscar ayuda profesional.
La ausencia de discusiones no garantiza la buena marcha de la relación, pues puede ocurrir que la comunicación sea inexistente. En estos casos, la tristeza y la desmotivación son señales inequívocas de crisis en la pareja.
No es raro que, dadas las diferencias personales en la expresión de la sexualidad, esta sea una de las consultas más frecuentes en terapia de pareja.
Estas señales no deben confundirse con la evolución natural del amor de pareja (amor erótico, romántico y maduro) donde la intensidad de lo emocional da paso a una relación más madura y confiada.
En primer lugar, serán precisas sesiones evaluativas individuales y conjuntas. Esta etapa resulta ya muy positiva, pues comprender, e incluso poner nombre, a las conductas y sentimientos de cada uno, ya supone un alivio de la carga que traen consigo.
Algunos conceptos básicos que se descubren en esta fase son:
Coerción: consiste en juzgar negativamente a la pareja, presionándola con actitudes hostiles para que cambie. Suele darse al comienzo del deterioro en la relación de pareja.
Vilipendios: aparecen si la coerción continua. Entonces, se formulan hipótesis que atribuyen al otro las causas de las dificultades. Se piensa que la situación se origina como consecuencia de la forma de ser del otro y este discurso interno termina con la crítica abierta hacia la otra parte de la pareja.
Polarización: se desarrolla con la reafirmación constante de la hipótesis anterior, que conduce a la inmovilización en la propia postura y a que los miembros de la pareja se estanquen cada uno en su posición, completamente opuesta a la del otro.
En todos estos procesos, se observa una ausencia de comunicación honesta y empática y por ello, la terapia de pareja se dirigirá a remediar esta carencia. Como se entiende que todo el proceso es esencialmente vivencial, los participantes trabajan con propuestas que han de practicar en casa y durante las sesiones utilizando los métodos de la terapia integral de pareja que incluye técnicas de aceptación y tolerancia, role playing y cambio propuestas.
Los acuerdos de pareja con mediación del terapeuta suponen una alternativa válida cuando otras técnicas no son eficaces. A su vez el psicólogo de pareja procurará fomentar un adecuado intercambio de refuerzos positivos que, según estudios acreditados, caracteriza la relación en parejas exitosas. Para materializar esta propuesta terapéutica se utilizan actividades como la caja de los deseos o el listado de actividades gratificantes en pareja.
Mónica Sagardoy Fidalgo, Psicóloga General Sanitaria en Hospital Quirónsalud Digital
La profesión de enfermería debe cuidar los diferentes aspectos que rodean una salud completa, por lo que, durante el embarazo, no debemos olvidar la importancia de mantener una adecuada salud mental materna.
Durante la gestación, la salud mental materna puede afectar directamente tanto a la propia madre como al bebé. El estrés, la ansiedad y la depresión no solo tienen consecuencia en la salud física de la madre, se ha demostrado que también puede influir en el desarrollo del feto y en el propio proceso de parto.
Las mujeres que experimentan altos niveles de estrés durante el embarazo tienen un mayor riesgo de complicaciones, como partos prematuros o bebés con bajo peso al nacer. Además, las mujeres que reciben apoyo para manejar el estrés y la ansiedad tienden a presentar una adecuada salud mental materna y, con ello, embarazos más saludables.
Las enfermeras especialistas en obstetricia y ginecología, también llamadas matronas, desempeñan un papel crucial al brindar apoyo emocional y educación sobre la importancia de cuidar la salud mental materna. Al estar en contacto directo con las mujeres embarazadas, las matronas pueden identificar signos tempranos de problemas de salud mental y ofrecer recursos y derivaciones a profesionales
especializados en caso necesario.
Es muy importante que las matronas adopten un enfoque holístico para el cuidado de las mujeres embarazadas, que incluye la salud mental como un componente integral. Esto implica, no solo brindar atención médica, sino también ofrecer un espacio seguro para que las mujeres expresen sus preocupaciones y miedos, así como proporcionar información sobre técnicas de afrontamiento y autocuidado.
Para asegurar un apoyo efectivo en la salud mental materna durante el embarazo, las matronas y los centros ginecobstétricos pueden seguir ciertas directrices concretas como, por ejemplo:
Realizar una evaluación temprana de salud mental materna desde las primeras consultas prenatales para identificar factores de riesgo y problemas emocionales en etapas iniciales.
Crear un ambiente de confianza donde las mujeres se sientan cómodas hablando de sus emociones, miedos y preocupaciones sin temor a ser juzgadas.
Proporcionar información sobre la importancia de la salud mental materna durante el embarazo, posibles riesgos y cómo pueden afectar tanto a la madre como al bebé.
En caso de identificar problemas de salud mental más graves, como depresión o ansiedad severa, es fundamental derivar a las mujeres a profesionales de la salud mental especializados para recibir el tratamiento adecuado.
Ofrecer apoyo emocional continuo a lo largo del embarazo, brindando escucha activa, empatía y validación de las emociones de las mujeres.
Educar a las mujeres sobre la importancia del autocuidado, fomentar hábitos saludables como la práctica de ejercicio físico, de relajación, mindfulness y técnicas de afrontamiento del estrés.
Facilitar la participación en grupos de apoyo donde las mujeres embarazadas puedan compartir experiencias, sentirse comprendidas y recibir el apoyo de otras personas que estén pasando por situaciones similares.
Si es preciso, trabajar en colaboración con la red de apoyo de la mujer embarazada, incluyendo pareja, familiares y amigos.
Prestar especial atención a la salud mental de las madres durante el puerperio con el objetivo de lograr una lactancia materna satisfactoria y detectar a tiempo los casos de depresión postparto.
Al seguir estas directrices, las matronas pueden desempeñar un papel fundamental en la promoción de la salud mental materna durante el embarazo, contribuyendo a un embarazo más saludable y a un mejor bienestar tanto de la madre como del bebé.
Para concienciar a la población de la importancia de prevenir y tratar los trastornos psicológicos durante el embarazo y el postparto, todos los años se celebra el Día Mundial de la Salud Mental Materna el primer miércoles de mayo.
El mensaje principal de este evento es "la salud mental materna importa" y uno de sus principales objetivos es normalizar los trastornos que surgen en esta época de la vida de las mujeres para que las afectadas no se encuentren solas y sientan la confianza suficiente como para compartir sus sentimientos con sus allegados y con los especialistas médicos.
María Cantos Sánchez de Ibargüen, Coordinadora de Matronas del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y Valle de Henares
Joan Francesc Serra Pla, Psicólogo clínico en Hospital Quirónsalud Digital
El título de esta entrada sugiere la pertinencia de hablar de cuándo el juego online es un problema que debe tratar un especialista. Ocio, entretenimiento, desconexión o ganar dinero fácil son algunos efectos que justifican que cada vez más personas (la mayoría jóvenes) se sumen a esta actividad.
Algunos aspectos de nuestra sociedad actual refuerzan la tendencia a hacerse de pasatiempos adictivos. Tal es el caso del rápido acceso al internet y en consecuencia a la información y de las nuevas tecnologías. Y esta inmediatez se extrapola a casi todos los ámbitos de la vida: lo que se quiere, se quiere rápido y ¡ya!
Pero ¿qué es lo que sucede con esto? Que al conjugarse un rasgo sociocultural con un mecanismo de acción cerebral que tiene que ver con la inmediatez, se produce una satisfacción aparente e intensa. Esta sensación que se produce a nivel de los circuitos cerebrales de recompensa produce una alteración en el comportamiento, que se convierte en un acto impulsivo y compulsivo. En este sentido, aspectos socioculturales y biológicos producen una interacción adictiva, el problema es que la adicción introduce a las personas casi siempre en un circuito repetitivo que no produce cambios, sino que más bien aumenta los efectos adictivos y las consecuencias de este comportamiento repercuten de manera dañina en la vida de las personas.
Más allá de ciertos aspectos culturales y biológicos, la adicción al juego online se caracteriza por determinados rasgos de personalidad comunes a otros tipos de adicciones. Entre los más importantes están:
En definitiva, suelen ser personalidades que actúan de manera atrevida cuando otros reculan y solo pueden detenerse cuando la consecuencia es grave y los afecta directamente en lo personal o a sus familiares y amigos. Lo que puede ser un anhelo de ganar dinero fácil se convierte en un comportamiento compulsivo que no puede parar sólo con la voluntad o, al menos, es lo que sucede en la mayoría de los casos. Por lo tanto, es importante recalcar que hace falta pedir ayuda.
A continuación, se presentan los principales síntomas que describen que existe un problema que debe ser tratado por un psicólogo:
Es fundamental tener consciencia sobre qué es un síntoma. No obstante, el problema es que la mayoría de las personas suelen negar cuando algo no va bien a nivel emocional o comportamental. En este sentido, un primer paso es poder reconocer que la relación con el juego online está fuera de control y que se trata de una adicción.
Una vez dado el primer paso, hay opciones de tratamiento que ayudan a mejorar significativamente la adicción al juego online. Muchas veces por desconocimiento, los familiares y amigos suelen avergonzarse de este problema e intentan que la persona afectada sea capaz de reflexionar sobre los aspectos éticos y morales de su comportamiento. El detalle es que no es un problema que se pueda tratar sólo con la reflexión y la conversación, se trata de una predisposición que se hizo problema al estar en contacto reiterativo con el juego online.
Como se ha comentado anteriormente el tratamiento psicológico
busca tratar el problema en su complejidad para poder pasar del comportamiento adictivo al comportamiento aditivo. Con un análisis de las situaciones asociadas al juego y del contexto, se interviene para hacer a la persona más consciente de la necesidad de prevenir situaciones de riesgo. Para ello, se construyen nuevas habilidades y pensamientos que le permitan afrontar las apuestas de un modo que no le genere consecuencias negativas. Además, se apuesta por un estilo de vida aditivo que le sume dominio y que favorezca la posibilidad de decidir cuándo parar y poder cambiar lo que desee.
Dra. Adriana Atencio Antoranz, psicóloga General Sanitaria del Hospital Quirónsalud digital
La adolescencia es una etapa vital del desarrollo humano. Se sitúa entre la infancia y la edad adulta, generalmente comprendida entre los 10 y los 20 años. Durante este período, los individuos experimentan cambios físicos, cognitivos, emocionales y sociales significativos. Supone una etapa de transición, en la que se explora y se desarrolla la propia identidad, influenciada por múltiples factores como la cultura, la familia y las experiencias personales. Es un período de crecimiento y autodescubrimiento enorme, donde conviven los desafíos y la alta intensidad emocional.
Actualmente, los datos entorno a la pubertad no son buenos: se calcula que más del 15 % de los adolescentes padecen un trastorno mental diagnosticado. Cada año mueren entorno 50 000 personas por suicidio, siendo esta la primera causa de muerte entre los adolescentes. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE)
, entre 2019 y 2021 se produjo un aumento del 32,35 % en el número de suicidios en adolescentes de 12 a 17 años, pasando de 34 a 45 fallecidos por esta causa. Esto hace que trabajar la prevención y su salud emocional sea más necesario que nunca.
La salud emocional en los adolescentes es esencial para mejorar su capacidad a la hora de enfrentarse a los desafíos inherentes a esta etapa de la vida, y para su bienestar general. Con una buena salud emocional
, son más capaces de manejar el estrés, las presiones académicas y sociales, así como las emociones intensas que experimentan. Una salud emocional positiva les permite establecer relaciones más saludables con sus familiares, amigos y compañeros, lo que a su vez contribuye a un sentido de pertenencia y apoyo emocional superior. Una buena salud emocional facilitará la toma de decisiones informadas y reflexivas, así como el rendimiento académico. Los adolescentes que experimentan problemas emocionales como la ansiedad o la depresión pueden tener dificultades a la hora de manejar el estrés o los problemas diarios, suponiendo un factor de riesgo para el desarrollo de problemas psicológicos posteriores.
El bienestar mental de los adolescentes puede estar influenciado por una amplia variedad de factores. Algunos de los más importantes incluyen:
• Entorno familiar: la calidad de las relaciones con los parientes, el apoyo emocional de los padres y la cohesión familiar pueden tener un impacto significativo en su bienestar mental.
• Experiencias traumáticas o estresantes: eventos como la pérdida de un ser querido, el divorcio de los padres, el acoso escolar o cualquier forma de abuso pueden tener un impacto negativo. También las altas expectativas académicas y sociales, o la competencia entre pares.
• Estilo de vida: la calidad del sueño, la dieta, el ejercicio físico, el ambiente escolar, la relación con los maestros y compañeros o el rendimiento académico también impactan en la forma en que se enfrentan a su día a día.
• Factores biológicos y genéticos: la predisposición genética a trastornos mentales, así como los cambios hormonales durante la adolescencia, pueden influir.
• Acceso a servicios de salud mental: la disponibilidad de servicios de salud mental accesibles y de calidad puede influir en la capacidad de los adolescentes para recibir apoyo y tratamiento
cuando lo necesiten.
Fomentar la felicidad en la adolescencia es crucial para promover un desarrollo saludable y positivo. Algunas formas de hacerlo son las siguientes:
1. Construir relaciones sólidas: promover la conexión emocional con familiares y amigos que brinden apoyo.
2. Enseñar habilidades de afrontamiento y comunicación: proporcionar herramientas para manejar el estrés y las emociones difíciles de manera saludable. También, trabajar la comunicación asertiva para evitar situaciones de riesgo.
3. Fomentar el autocuidado y la autonomía: enseñar hábitos saludables de sueño, alimentación y ejercicio para promover el bienestar físico y emocional permite que los adolescentes tomen decisiones y asuman responsabilidades apropiadas para su edad. Esto les ayuda a desarrollar un sentido de control sobre sus vidas y a fortalecer la confianza en sí mismos.
4. Apoyar la exploración, la pasión y el optimismo: permitir que los adolescentes sigan sus intereses y desarrollen actividades que les brinden satisfacción y sentido de logro. Conviene animarlos a adoptar una perspectiva optimista y a centrarse en soluciones en lugar de problemas.
Esta etapa es tan importante que, desde el año 2000, cada 2 de marzo se celebra el Día Mundial del Bienestar Mental Adolescente con la finalidad de dar visibilidad a los problemas de salud mental que les afectan. No olvidemos que cuidar del bienestar de los adolescentes es cuidar del futuro de la sociedad.
Joan Francesc Serra Pla, Psicólogo clínico infantojuvenil Adjunto en Hospital Quirónsalud Digital
La salud mental influye en las relaciones sociales y en el bienestar emocional. Cuidarla resulta fundamental para alcanzar la serenidad y la calidad de vida que todos buscamos. En este blog, profesionales expertos en psicología y psiquiatría nos invitan a profundizar en los distintos aspectos que influyen en la salud y bienestar mental con el objetivo de comprenderla, cuidarla y desterrar tabúes y estigmas.
Psiquiatría y Psicología delHospital Quirónsalud DigitalLa finalidad de este blog es proporcionar información de salud que, en ningún caso sustituye la consulta con su médico. Este blog está sujeto a moderación, de manera que se excluyen de él los comentarios ofensivos, publicitarios, o que no se consideren oportunos en relación con el tema que trata cada uno de los artículos.
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