Quirónsalud
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En el transcurso de la historia, se ha visto cómo la sociedad ha avergonzado y culpabilizado a la mujer por tener deseo sexual, llenándola de tabúes que han afectado a su vida sexual, pero las mujeres tienen fantasías y deseo sexual igual que los hombres.
Uno de esos tabúes es el uso de los juguetes sexuales por mujeres. Hablemos qué son los juguetes sexuales, los diferentes tipos que hay, cuáles son los beneficios para nuestra sexualidad y cómo escoger el juguete adecuado.
Los juguetes sexuales no sólo nos ayudan a alcanzar el orgasmo, sino que son tan saludables como hacer ejercicio o comer saludable.
Hacer uso de estos, te ayuda a conocer tu cuerpo y descubrir tus zonas erógenas permitiendo de esta forma conocer lo que te hace disfrutar al estimularlas.
Existen mujeres que no son capaces de llegar al orgasmo sólo con la penetración. Hoy en día, 8 de cada 10 mujeres tienen orgasmo por la estimulación del clítoris, en estos casos los juguetes sexuales les permite a ambos miembros de la pareja tener placer
Algunos juguetes cómo los vibradores pueden complementar la penetración permitiendo potenciar el placer durante el sexo. Uno de los principales beneficios del uso de los juguetes sexuales es que ayudan a romper la monotonía durante el sexo.
Acertar con tu juguete ahora es sencillo, ya que existen tiendas especializadas en la puedes encontrar una amplia variedad, tanto para hombres como para mujeres.
Los juguetes sexuales han evolucionado junto con la tecnología. Y es que el mundo de los juguetes para adultos ya es más que solo dildos, ahora puedes elegir entre succionadores, vibradores, bolas chinas, anillos y plugs.
Existen vibradores de diferentes tamaños y formas. Están los pequeños para el clítoris, los que son para usarse en pareja, los largos que estimulan el punto G, los plugs anales y hasta los que son para hombres con estimulación del glande y testículos.
Los juguetes sexuales pueden ser utilizados a cualquier edad y no son exclusivos para ser utilizados de manera individual.
Cuando se utiliza en pareja, pueden ayudar en el tratamiento de algunas disfunciones sexuales femeninas , tales como falta de libido, dolor con el coito entre otras. Un juguete sexual nunca va a sustituir el sexo con otra persona , pero ayuda a conocernos, a obtener placer individual y mejorar la vida sexual en pareja.
Hay mujeres que sufren algunos problemas que no les permite disfrutar de sus relaciones sexuales.
Estos pueden ser sequedad vaginal, dolor en la práctica del sexo e irritación. Tras el parto también se puede presentar una disminución de la sensibilidad durante las relaciones.
Para combatir este tipo de problemas, el láser vaginal es un tratamiento que se aplica para tratar estas dificultades en la práctica sexual, además de combatir la incontinencia urinaria, que se presenta al toser, reír o incluso al hacer ejercicio.
Es un láser de C02, que mediante muy pequeños impactos de energía térmica,favorece la producción de colágeno de alta calidad en la vagina aumentando el grosor de la mucosa y la elasticidad e hidratación del tejido.
El láser vaginal es una solución efectiva, que se realiza de forma ambulatoria, en consulta y sin ingreso hospitalario, que alivia, reduce o acaba con los síntomas relacionados con la falta de estrógenos.
Con tres sesiones de láser, con un intervalo de un mes entre cada una, suele ser suficiente para que se estimule la generación de colágeno, y mejore el Ph de la vagina . En las revisiones anuales posteriores, se valora con cada paciente si es necesario realizar una sesión de recordatorio.
La sesión de láser vaginal puede durar, como máximo, entre 15 y 20 minutos, se realiza en la consulta (no en quirófano) y, tras la sesión, las pacientes pueden continuar de inmediato con su vida habitual. Se sugiere evitar las relaciones sexuales durante los 5 primeros días tras su aplicación y no realizar actividades que puedan generar presión sobre la zona tratada durante los primeros 3 a 5 días siguientes al tratamiento (ciclismo, equitación...).
La mayoría de sesiones con láser ginecológico se realizan sin anestesia, aunque es importante destacar que cada mujer es diferente y siempre es necesario acordar con cada paciente si prefiere o necesita anestesia local.
El proceso de regeneración dura varias semanas, pero la estimulación es inmediata. Los resultados se notan de forma muy temprana, son acumulativos y la mayoría de las pacientes perciben las mejoras desde la primera sesión. Efecto prolongado del tratamiento (de 6 a 12 meses).
Es un procedimiento que, en manos expertas y con equipos de calidad, no tiene complicaciones ni presenta secuelas post-tratamiento. Los efectos secundarios son locales, transitorios y poco frecuentes. En algunos casos pueden provocar un aumento del flujo vaginal, sensación leve de ardor, sangrado muy escaso y, de manera temporal y solo en un 4-6% de los casos, incontinencia de urgencia.Cada caso se estudiará de manera individualizada para asegurar d esta forma que el tratamiento no tenga ninguna contraindicación.
El láser en ginecología se realiza con un cabezal que se introduce en la vagina y emite un haz de energía térmica que se va aplicando en 360º sobre toda la superficie de la vagina.
Esto, favorece el riego sanguíneo y aumenta la producción de nuevo colágeno ,permite tratar la mucosa vaginal y sus paredes mejorando la laxitud de las mismas la sequedad vaginal, la incontinencia urinaria leve, etc
Todas las mujeres pueden someter al tratamiento con láser vaginal, no existen contraindicaciones:
Texto realizado por Solagne Navas, ginecóloga de la Unidad de Ginecología de Quirónsalud Murcia
La fecundación in vitro (FIV) es una técnica de reproducción asistida para ayudar a las parejas o mujeres solas que presentan dificultad para conseguir un embarazo.
Muchos son los factores que intervienen para un tratamiento exitoso, como es la edad de la mujer, además de ello influirá la calidad de los espermatozoides masculinos.
La fecundación in vitro es un tratamiento de fertilidad que consiste en extraer extraer los óvulos de los ovarios de la mujer mediante punción folicular y, a continuación, fecundarlos en el laboratorio con los espermatozoides del varón.
Una vez extraídos, se observa la evolución de los embriones en cultivo hasta que se transfieren al útero de la futura madre a fin de lograr el embarazo.
Actualmente se distinguen dos tipos de FIV:
Con esta técnica se ponen en la misma placa de cultivos los óvulos y los espermatozoides a la espera de que sean capaces de fusionarse por sí solos.
Trabajar con esta técnica supone la introducción del espermatozoide directamente en el interior del óvulo a través de una microinyección.
Elegir uno u otro método para la fecundación dependerá de las condiciones de infertilidad de cada pareja.
Las situaciones de esterilidad pueden llevar a una pareja a necesitar la técnica de FIV para poder conseguir el embarazo y estas pueden ser muy variadas.
Las causas de la infertilidad puede deberse tanto a problemas masculinos como femeninos o incluso por una combinación de ambos.
En estos casos puede que el embarazo no se produzca por diferentes causas como son: pocos espermatozoides en el eyaculados, espermatozoides lentos o inmóviles, con formas anormales en cabeza, cuello y/o cola, entre otras.
La infertilidad en las mujeres se puede presentar en diferentes puntos, como son: los problemas hormonales que causan alteraciones del ciclo menstrual, anovulación, etc. Alteraciones en las trompas de Falopio que provocan una obstrucción. Malformaciones en el útero, tumoraciones como pólipos o miomas, endometriosis, etc. Alteraciones en el cuello uterino que impiden el paso de los espermatozoides hasta la cavidad uterina.
La fecundación in vitro es un proceso compuesto por varios pasos para lograr el éxito final del tratamiento.
En primer lugar, la mujer recibe medicación hormonal durante un periodo de 10 días para estimular la producción de óvulos y poder obtener así un mayor número de ellos. Esta medicación permite controlar el momento de la ovulación, aumentando así las probabilidades de que los óvulos obtenidos sean maduros y aptos para la fecundación.
Es la intervención quirúrgica en la que se extraen los óvulos maduros. Esto se realiza a través de la aspiración, la cual suele durar unos 20 o 30 minutos. Para este proceso se requiere de anestesia.
Se recoger la muestra del hombre y a continuación, el esperma pasa por un proceso de capacitación espermática que hará que los espermatozoides sean capaces de fecundar y dar lugar al embrión.
En este paso, el óvulo y espermatozoide se fusionan, ya sea por ellos mismos (FIV convencional) o mediante la microinyección (ICSI).
Una vez el óvulo ha sido fecundado, se dejan los embriones en un incubador que mantiene las condiciones óptimas de desarrollo embrionario.
Se observa su evolución hasta la transferencia, que podrá realizarse en día 3 o en día 5-6 de desarrollo.
La mujer recibe estrógenos y progesterona para que en el momento de la implantación de los embriones, su endometrio tenga el aspecto y grosor adecuados para favorecer la implantación.
Los embriones de mayor calidad se transfieren al útero de la futura madre esperando la implantación y se inicie con ello el embarazo.
Los embriones no transferidos son criopreservados por el método de vitrificación para su uso posterior.
Pasados unos 14 días después de la punción folicular, se puede realizar el test de embarazo.
Para poder aplicar la fecundación in vitro es necesario que tanto la mujer como el hombre cumpla con una serie de requisitos referentes a su salud.
Es necesario que la mujer sea capaz de producir óvulos, además de no tener problemas o anomalías uterinas que impidan la implantación del embrión o la ovulación de la gestación.
En el caso del hombre, los requisitos varían en función del tipo de FIV que se vaya a realizar. Si la calidad seminal lo permite, es decir, si tiene un recuento de espermatozoides móviles, entre 1 y 3 millones/ml, se realizará la FIV convencional. Si por el contrario, el esperma tiene problemas graves de movilidad, morfología o concentración, se escogerá la ICSI.
El éxito del tratamiento se mide en función de varios factores, siendo la edad de la paciente uno de los más influyentes, y la calidad de los espermatozoides.
Se han logrado estipular ciertos parámetros de éxito del Tratamiento de FIV:
El éxito real de la FIV hace referencia al nacimiento de un niño sano y no únicamente al hecho de lograr el embarazo.
La fecundación In vitro tiene un coste aproximado entre 3000 y 5000€. Hay que tener en cuenta que el precio variará en función de las necesidades de cada situación, de las pruebas, de la evolución…
Generalmente, la medicación de la paciente no está incluida en el presupuesto inicial.
Hay que tener en cuenta que el embarazo no siempre se logra en el primer intento de FIV, por lo que es conveniente consultar el coste de la congelación de embriones y la transferencia en ciclo sustituido para futuros intentos.
Una de las preocupaciones comunes durante la etapa del embarazo es acerca del tipo de método que se utilizará para propiciar el parto. ¿Qué es mejor, parto normal o cesárea?
La decisión de dar a luz a un bebé, parto natural o cesárea, involucra a los futuros padres y al médico especialista que será quien lleve un seguimiento del embarazo y que asistirá al alumbramiento. Elegir el mejor método para dar a luz irá en función de las características de la mujer, del bebé y de cada situación en particular.
Puede darse el caso en el que llegado el momento del parto, sea necesario cambiar de método con el fin de evitar riesgos. Esto suele suceder cuando en un primer momento se había programado un parto vaginal y, a continuación, en el momento del parto toma la decisión de hacerlo por cesárea.
El parto natural también es conocido como "parto normal" o "parto vaginal". Este tipo de parto consiste en dar a luz con pleno control de tu cuerpo a través de la vagina.
Para ello, es necesario que este orificio se dilate, dando lugar al característico dolor del parto. Las contracciones uterinas que ayudan a expulsar al feto también son responsables de este dolor.
Cabe destacar que, aunque los términos parto vaginal y parto natural hacen referencia a lo mismo, el parto vaginal no siempre es natural, ya que es posible utilizar anestesia epidural.
Se entiende por parto natural cuando tiene lugar un parto vaginal sin intervención de ningún fármaco que alivie el dolor causado por la dilatación.
Para muchas mujeres, el parto natural es una experiencia única, ya que pueden estar conscientes durante todo el proceso y ver al bebé nada más nacer.
El parto por cesárea es aquel en el que el bebé sale del vientre materno a través de un corte realizado en el abdomen y útero de la mujer. La cesárea debe realizarse bajo anestesia. Actualmente, se suele utilizar la epidural.
Cuando el parto es por cesárea, no hay ningún tipo de dolor durante el parto debido a la anestesia. Con este tipo de parto, la intervención es más corta, puede durar unos 30 minutos si todo va bien y con una programación se puede con exactitud el día que nacerá el bebé. Además existe menor riesgo de complicaciones para el bebé y la madre.
El parto por cesárea sigue los siguientes pasos:
En primer lugar, se administra la anestesia para evitar sentir dolor durante la cirugía. La sensación de movimientos o "tirones" se mantendrá durante la intervención. A continuación, se realiza una incisión habitualmente dos dedos por encima del pubis. Tras la incisión en la piel, se van abriendo los tejidos por capas hasta alcanzar el útero que se abre para la extracción del bebé y la placenta. Por último, se cierra por planos todos los tejidos cerrando en última instancia la piel con grapas o sutura.
Durante la intervención, no se debe sentir dolor ya que la zona debe estar anestesiada.
En ocasiones, en caso de que la madre sienta dolor, es necesario administrar medicación endovenosa durante la intervención para controlarlo y que sea más llevadero.
Tras la cirugía, se administrarán analgésicos endovenosos y posteriormente, vía oral. La incisión abdominal cicatrizará en unas semanas, esto dependerá de cada mujer . Durante este tiempo, puede haber dolor tipo contracciones leves, sangrado, insensibilidad en la zona de la cicatriz. La recuperación completa puede tardar hasta 6 semanas.
Hay muchas teorías acerca de cómo debe ser el parto. Cabe destacar que el parto vaginal es un proceso natural. El cuerpo de la mujer está preparado hormonal y mecánicamente para poderlo llevar a cabo aún sin intervención médica. Sin embargo, pueden surgir imprevistos en el momento del parto que obliguen a los profesionales a tomar la decisión de hacer una cesárea.
El parto por vía vaginal es el proceso fisiológico de dar a luz a un bebé. En cambio, la cesárea tiene sus indicaciones en función de si es electiva o urgente.
La cesárea electiva se realiza por la presencia de alguna patología materna o fetal como placenta previa, presentación de nalgas, transversa u oblicua, macrosomía fetal, infecciones activas del canal del parto, 2 cesáreas anteriores, algunos casos de alteración en el crecimiento y gestaciones múltiples.
La cesárea urgente, es aquella en la que corre peligro la vida de la madre y el feto como consecuencia de una patología aguda grave. Tales como alteraciones en la monitorización fetal durante el parto, desprendimiento de placenta, prolapso de cordón.
Hay mujeres que prefieren dar a luz por cesárea porque tienen miedo al dolor, pero hay que tener en cuenta que la recuperación es mucho más lenta que con el parto natural.
En cualquier caso, en el momento del parto siempre se actuará teniendo en cuenta la salud tanto del futuro bebé como de la madre que va a dar a luz.
Los cuatro factores que determinarán el haber tenido una experiencia de parto satisfactoria, independientemente de si es un parto o una cesárea, son: las expectativas personales y la cantidad de apoyo que recibe la gestante, la calidad de la relación embarazada-obstetra-matrona y lo involucrada que esté la gestante en la toma de decisiones.
Las cesáreas son programadas por razones médicas, obstétricas o a petición de la paciente. Entre las indicaciones de cesárea electiva podemos encontrar: alteraciones en la placentación, sospecha de macrosomía, obstrucciones mecánicas como miomas o fracturas pélvicas, cirugías uterinas con entrada en cavidad endometrial.
Sí, las mujeres con cesárea anterior pueden intentar un parto vaginal. La probabilidad de parto vaginal exitoso tras cesárea previa es del 70.4% en mujeres y del 51.4% en aquellas con dos o más cesáreas previas.
El factor más determinante para un nuevo fracaso en el intento de parto vaginal tras cesárea va a ser la razón por la cuál se indicó la cesárea previa.
La tolerancia al dolor es muy variable de unas gestantes a otras. Existen métodos no farmacológicos para el alivio del dolor como: masajes, inyección subcutánea de agua estéril, diferentes técnicas de relajación y/o respiración, esferodinamia y uso termoterapia. Por otro lado, disponemos de métodos farmacológicos como el óxido nitroso, los opiáceos o la anestesia loco-regional.
Solicita más información acerca de la Unidad de Partos de Quirónsalud Valencia
Texto elaborado por la doctora Elia García, ginecóloga y obstetra del Hospital Quirónsalud Valencia
Puede que la palabra dolor, sea probablemente la sensación que asocian las mujeres cuando se habla del parto. La mayoría tiene un temor arraigado en su mentalidad y es que parir duele, ya sea por experiencias de familiares o propias, las mujeres piensan en dolor cuando se habla de dar a luz.
En la etapa final del embarazo se produce un cambio hormonal que aumenta el umbral del dolor, es decir la mujer podrá soportar mejor ese dolor a la hora de dar a luz, aunque este sigue siendo muy superior al que produce, por ejemplo, al de una fractura ósea.
Con el paso de los años y numerosos estudios, la medicina ha conseguido poner al alcance de las futuras madres opciones, como la epidural que reducen ese dolor en el momento del parto.
Aunque la mayoría de mujeres sabe de la existencia de la epidural, las dudas invaden la mente de muchas embarazadas. Es frecuente que busquen por internet, pregunten a amigas que ya han sido madres y han pasado por eso, y también es una consulta frecuente a sus doctores en el momento de hablar sobre el parto. No obstante, son muchas las mujeres llegan con dudas al paritorio y desconocen todo lo que rodea a este tipo de anestesia.
Es una técnica para controlar el dolor de la zona de útero y vagina. Este tipo de anestesia consiste en inyectar anestésicos locales o analgésicos a través de un catéter muy fino introduciéndolo en la columna vertebral lumbar, concretamente en una zona conocida como espacio epidural.
Una vez colocado el catéter, se administra la medicación necesaria a la embarazada a medida que avance el trabajo de parto. Esta técnica se puede usar incluso si finalmente el parto es con cesárea.
El dolor es algo subjetivo y cada mujer lo siente en diferentes grados por ello, a la hora de administrar la epidural siempre se intenta que la dosis sea la justa para permitir aliviar el dolor más intenso pero permitiendo que la madre note las contracciones y que pueda colaborar en el trabajo de parto y los pujos, en lo que ya denominamos ‘walking epidural’ o ‘epidural ambulante’, dado que la movilidad de las piernas y mitad inferior del cuerpo no se limita totalmente, aunque está dificultada.
El momento idóneo de la colocación del catéter es cuando el trabajo de parto ya está iniciado y se han alcanzado al menos 3-4cm de dilatación. Es por ello que, durante el parto, la ginecóloga o anestesióloga estudiaran el avance de cada parto y serán quienes decidan cuándo es el mejor momento de suministrar la dosis a la futura madre.
El dolor es probablemente la palabra asociada más frecuentemente al parto.Sin embargo, cada mujer vive el dolor de manera diferente dependiendo de sus expectativas respecto al proceso de parto, de su grado de tolerancia o ‘umbral’ del dolor que ella tenga, del momento en el que se encuentre dentro del proceso de parto, de la experiencia de partos anteriores en caso de que no sea primeriza y otros muchos y diversos condicionantes, añade.
La analgesia epidural, y sus variantes, como la analgesia intradural o la intradural-epidural combinada, es la técnica más utilizada actualmente por los ginecólogos a la hora del parto, pues es la que ofrece un mejor equilibrio entre eficacia y seguridad durante todo el proceso tanto para la madre como para el bebé.
La analgesia epidural disminuye las sensaciones de la zona inferior del cuerpo, pero no las elimina totalmente, de manera que la madre está despierta en todo momento y puede colaborar en el proceso de parto.
La futura madre nota el alivio del dolor de manera gradual, pasados entre 10 y 20 minutos de la inyección de la primera dosis. Una vez suministrado, se puede producir un cierto grado de debilidad, pesadez o adormecimiento de las piernas, que variará en función de la mujer y de la dosis administrada.
Una vez la analgesia hace efecto, el dolor por las contracciones se aligera bastante o desaparece, aunque se puede continuar notando sensación de presión o una leve molestia. En un 5% de los casos ocurre que la anestesia no se completa, de manera que hay que repetir la técnica.
Una vez se ha terminado el parto se retira el catéter peridural y los efectos analgésicos sobre la madre desaparecen en pocos minutos/horas.
Muchas madres primerizas consultan a sus ginecólogos sobre si es recomendable o no el uso de la epidural en el momento del parto, ya que tienen inquietudes sobre si puede afectar al bebé o a ellas durante el alumbramiento.
La principal ventaja de la analgesia epidural es el alivio del dolor, sin afectar sustancialmente a la madre ni al feto,, al mismo tiempo se disminuye la ansiedad asociada a todo el proceso, por lo que es altamente recomendable para madres primerizas.
Actualmente existen alternativas a esta anestesia.Como terapias alternativas se contempla el parto en el agua, diversas técnicas de relajación o el uso de óxido nitroso inhalado, pero sólo algunas de estas han demostrado algo de eficacia, a pesar de estar muy lejos de la calidad analgésica proporcionada por la analgesia epidural.
Como ocurre con cualquier otra técnica, hay algunas situaciones en las que la analgesia epidural está contraindicada:
En el caso de otras enfermedades neurológicas o hematológicas, alteraciones anatómicas o la presencia de tatuajes en la espalda se realizará una valoración individual de la indicación.
Aunque se esté en la fase final de la dilatación la analgesia epidural puede ponerse. Sin embargo, dado que tarda unos 15-20 minutos en hacer efecto, si el parto progresa rápidamente puede ser que el bebé nazca antes de notar plenamente el efecto, por lo que, en fases avanzadas del parto, será necesario evaluar adecuadamente los riesgos de la técnica ante los beneficios que pueda aportar.
Como recomendación general, ante cualquier intervención médica, hay que leer muy bien el consentimiento informado, y preguntar todas las dudas al respecto de la técnica a emplear.
Hay una proporción de efectos secundarios asociados a esta técnica, habitualmente en las mujeres que la han usado durante su parto, si estos se dan son efectos leves. Es importante que las mujeres conozcan estos posibles efectos secundarios de la técnica previamente a la toma de decisiones.
Estas son las complicaciones más frecuentes, y menos graves de la epidural:
A parte de estos leves efectos que pueden aparecer tras el uso de la epidural durante el parto, existen otros que son más graves pero en muy raros casos se dan como son las neurológicas, hemorrágicas, es decir, aparición de un hematoma epidural, una Infección en el lugar de punción que puede llegar a producir meningitis, o dificultades cardio-respiratorias.
En relación con la lactancia, la epidural no afecta directamente a la misma, pero indirectamente hay que tener en cuenta que puede favorecer el edema de las mamas (por los líquidos infundidos intravenosos) y con ello dificultar el ‘agarre’ del pezón, así como la limitación de movilidad de la madre referida previamente.
Texto elaborado por la doctora Elia García, ginecóloga y obstetra de la Unidad de Partos del Hospital Quirónsalud Valencia
Muchas son las dudas que pueden asaltar la mente de las embarazadas en una situación normal, ahora en tiempo de pandemia estas son más y más serias. Si estás embarazada, recientemente has dado a luz a tu bebé, o estás amamantando, probablemente estés preocupada sobre el impacto que pueda tener la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) sobre ti y sobre tu pequeño.
La Organización Mundial de la Salud, según los últimos datos recogidos en septiembre de 2020, informa que las alteraciones de las embarazadas afectadas por Covid-19 no parecen diferenciarse del resto de la población, ya que se describe una afección grave en un 8% y crítica en un 1% de los casos, según nos cuenta la Ginecóloga Isabel Castaño del Hospital Quirónsalud Murcia.
Los síntomas de Covid-19 en mujeres embarazadas son iguales que en los del resto de la población. De forma general, los síntomas que suelen aparecer en el tercer trimestre, por orden de mayor a menor frecuencia son, fiebre, tos, ahogo o dificultades en la respiración, diarrea, dolores musculares y dolor de garganta.
Por el momento, no se ha evidenciado que la infección por el virus durante los meses de gestación pueda provocar un alto riesgo de aborto espontáneo o parto prematuro espontáneo. Con respecto al aborto, si es cierto que se ha visto un aumento relativo de estos, es decir, unos poco casos de aumento, que de momento no se puede extrapolar a la población.
La doctora Isabel Castaño, nos cuenta que la base de datos española Red Covid-19 SEGO muestra una tasa de prematuridad del 10.5% , en mujeres de menos de 34 semanas, lo que podría plantear la relación entre el cuadro agudo infeccioso o inflamatorio y el parto prematuro, ya que pueden compartir vías fisiopatológicas comunes. No está claro si la clínica presentada al nacimiento por los hijos de madres infectadas está relacionada con una infección fetal o con la propia reacción inflamatoria secundaria de la madre.
A día de hoy se puede afirmar que la proporción de embarazadas con enfermedad grave es similar a la población general y que un gran porcentaje de estas mujeres, más de la mitad, fueron asintomáticas en el momento del parto.
Recientemente se han descrito alteraciones de la coagulación de la sangre en las personas que ingresan con COVID-19. Dado que el embarazo confiere un estado de hipercoagulabilidad, es decir, que la sangre se coagule más fácilmente de lo normal, es de suponer que la infección por COVID-19 en la mujer embarazada podría incrementar el riesgo tromboembólico.
Para saber si ha habido una transmisión del virus de la madre a bebé, transmisión vertical intrauterina, se determina a través de una prueba positiva de SARS-CoV-2 en placenta, líquido amniótico, sangre del cordón umbilical o hisopos nasofaríngeos y/o orofaríngeos del recién nacido .
Muchas de las mujeres embarazadas se preocupan por el posible contagio del virus en el recién nacido. Por el momento, no se han encontrado evidencias firmes de la transmisión vertical, es decir el contagio de madre a bebé, antes, durante o tras el parto a través de la lactancia. El riesgo de transmisión horizontal, es decir, por gotas, contacto, etc, suele ser habitualmente por contacto con un familiar próximo infectado. Por estos motivos, actualmente hay que restringir las visitas tanto en el hospital como en el propio domicilio de la nueva familia para evitar este tipo de contagios al recién nacido.
La ginecóloga Isabel Castaño, nos ha dado algunos consejos para las mujeres que están embarazadas. Estas no difieren mucho de las recomendaciones para la población general, pero la doctora recalca la importancia de ponerlas en práctica y más aún durante los meses del embarazo.
En estos momentos la forma de trabajar a cambiado, hay empresas que ha dado la opción a los trabajadores de realizar sus tareas a través del teletrabajo, están las que hacen turnos de personal en las oficinas, las que han tomado las medidas necesarias y los trabajadores comparten el mismo espacio teniendo la distancia de seguridad recomendada, etc.
Si estás embarazada y tu empresa cuenta con todas las medidas de seguridad necesarias y protocolos higiénicos, donde el riesgo de contagio se asimile al riesgo comunitario y que no tenga contacto con personas sintomáticas, no te podrías negar a incorporarte, salvo que contaras con algún apoyo médico, según nos cuenta la doctora Castaño.
Si por el contrario, tu trabajo implica un contacto directo con la enfermedad o la empresa no puede garantizar las medidas de seguridad dictadas por el Gobierno, sí podrías negarte a volver presencialmente a su puesto, añade.
Isabel da algunos ejemplos para estas situaciones. Si la embarazada es personal sanitario que está en contacto con afectados por Covid 19, estando expuesta a un riesgo evidente, podría cogerse la baja, dado que está poniendo en riesgo su salud y la del bebé aunque se estén tomando las medidas necesarias para protegerla.
Otro escenario ante el que se puede encontrar una embarazada, es tener que compartir el espacio de trabajo con más personas entre las que no se puede mantener la distancia interpersonal por ser un lugar de tamaño reducido. En este caso aunque la empresa tenga las medidas higiénicas necesarias, si no se puede guardar la distancia con el resto de personal de la oficina, se podría coger la baja por su seguridad y salud.
Como bien dice la Doctora Castaño, la generación Covid y las madres guerreras que se enfrentan a estos cambios deben de poner alerta una serie de medidas con más fortaleza que para cualquier otro virus conocido, como puede ser por ejemplo la gripe.
Deben de vacunarse frente a la Gripe para evitar solapamiento de síntomas y a confusiones de cara a un diagnóstico precoz.
Evitar aglomeraciones en reuniones familiares, sabemos que cuesta mucho obviar la etapa tan bonita como es el embarazo, y compartirlo con tus seres queridos, pero hay que ser responsable, ya llegarán tiempos mejores.
Ir al hospital única y exclusivamente cuando sea necesario, hoy día existen las consultas telefónicas, como las que realizamos día a día en Quirónsalud Murcia, de manera que evitemos exposiciones innecesarias.
Asegúrate de un buen estado nutricional, físico y emocional, pues una carencia vitamínica, como por ejemplo la vitamina D, hace a la futura mamá vulnerable ante infecciones y por ende, más propensa a infección por Covid 19.
Conoce la Unidad materno Infantil de Quirónsalud Murcia
Un espacio materno infantil donde se resuelven las dudas frecuentes sobre la aventura de ser madre, desde el inicio hasta que nace el bebé. Hablamos de Pediatría, partos, lactancia, reproducción asistida, etc... Cómo cuidarte antes, después y durante el embarazo, qué necesitas y cómo prepararte para la llegada de tu bebé, sus cuidados, su alimentación y todo lo que quieras saber para esta nueva etapa que comienza lo encontrarás en nuestro blog. Un espacio donde cambiamos pañales, tenemos chupetes y te ayudamos a preparar el biberón para tu pequeño. Bienvenid@ a nuestra aventura, bienvenid@ a la etapa más emocionante de tu vida, ser mamá.
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