Quirónsalud
Blog del Dr. Alfonso Vidal Marcos. Anestesiología y Reanimación. Hospital Sur.
Los virus Herpes (serpiente) tipo 3, responsable de la varicela y el Zoster, nos vienen acompañando en nuestra evolución como otros seres vivos, desde que el hombre es hombre, comparten nuestra historia, nuestro medio ambiente y nuestro cuerpo, pues son gérmenes parásitos puros muy lábiles. De hecho no pueden sobrevivir fuera de nosotros y toleran muy mal casi cualquier sistema de desinfección. Somos su único hábitat conocido, por eso se han adaptado para sobrevivir acantonados en nuestros ganglios sensitivos cuando nuestro sistema inmune les persigue y son extremadamente contagiosos.
En nuestro medio la mayoría de los niños ha tenido contacto con la infección. La varicela es una afección sistémica, que suele ser benigna en la infancia, y más grave en la edad adulta.
La evolución no solo nos ha beneficiado a nosotros como especie, también a nuestros parásitos que se extinguirán con nosotros si desaparecemos de la Tierra.
Como todos los virus viven integrados dentro una célula acoplando su ADN al de la victima, que lo reproduce al tiempo que el suyo propio. Esto explica la ineficacia del tratamiento y la razón por la que solo podemos adoptar medidas preventivas o sintomáticas ante su presencia.
En determinadas circunstancias esos virus pueden reactivarse dando lugar a una infección localizada, el herpes zoster, que se asocia con dolor muchas veces persistente, la neuralgia postherpética.
El herpes zoster es una enfermedad relativamente frecuente que afecta, sobre todo, a individuos de más de 50 años. Esta enfermedad afecta a un grupo nervioso y el dermatomo que lo cubre, dando lugar a una afectación cutánea con lesiones que evolucionan de eritema a vesículas y, después, a costras (rash cutáneo), y neuralgia.
La presentación clínica puede iniciarse con el rash o por la neuralgia, y en ocasiones puede existir una sola de las sintomatologías. Suele aparecer sin que exista un factor claro desencadenante, aunque un 50% de los afectados presentan síntomas prodrómicos. El primer síntoma local es el dolor o la hiperalgesia en el dermatomo afecto, seguido 3-4 días después por la aparición de cúmulos vesiculares localizados a lo largo de aquél. El rash del herpes zoster se caracteriza por la aparición de vesículas o ampollas sobre una base eritematosa, que tiene una distribución unilateral sobre el dermatotomo afecto.
Las lesiones vesiculares suelen durar alrededor de siete dias, que evolucionan a costras que dejan una erosión superficial. La curación puede dar lugar a cicatrización. Los segmentos torácicos son los que se afectan con mayor frecuencia (50%).
La rama oftálmica del trigémino, es la más frecuentemente afectada de los pares craneales. Las lesiones pueden acompañarse de quémosis y queratoconjuntivitis y ulceras corneales persistentes por la anestesia que suele asociarse al cuadro.
Las complicaciones del herpes zoster incluyen la sobreinfección bacteriana, la cicatrización, la afectación oftalmológica, el síndrome de Ramsay-Hunt, la meningo-encefalitis y la parálisis motora.
En personas mayores, la complicación más habitual es la neuralgia postherpética, con dolor intenso, de muy difícil control. El dolor puede ser continuo o de características paroxísticas y puede durar desde semanas a meses. A veces puede asociarse parálisis motora por la posible diseminación a fibras motoras.
El diagnóstico de la varicela y del herpes zoster se basa en la historia clínica y en el examen clínico de las lesiones, y por los estudios serológicos con una elevación de los títulos de anticuerpos específicos.
El tratamiento del herpes zoster debe ser sintomático, para evitar la sobreinfección de las lesiones.
En mayores de 50 años, inmunocomprometidos o en pacientes con afectación ocular está indicada la administración de tratamiento oral con antivirales (Aciclovir, Famviclovir o Valaciclovir durante una semana).
El tratamiento del dolor debe igualmente ser precoz e intenso, haciendo esto que un cuadro de neuralgia sea menos intenso en caso de presentarse.
La inmunidad celular juega un papel central en el desarrollo del herpes zoster -los niveles de anticuerpos contra el virus de varicela-zoster permanecen estables con la edad-. La incidencia y severidad del herpes zoster y de la neuralgia postherpética está relacionada con una disminución de la respuesta inmunitaria celular frente al virus, propia de la edad.
Ángeles es una paciente de 63 años, acudió tras haber padecido un herpes intercostal y desarrollar una neuralgia de difícil control. Ya había recibido antes de acudir a la Unidad del Dolor, amitrptilina, pregabalina y tramadol a dosis altas con escasa respuesta. Su dolor, quemante eléctrico, le atormentaba, impidiéndole el contacto con cualquier cosa, haciéndola estar en casa con apenas una blusa de gasa fina para minimizar el roce de la ropa, hasta una corriente de aire le molestaba.
Iniciamos tratamiento con oxicodona con naloxona por su hábito estreñido hasta 40 mg al día y le empezamos a aplicar crema anestésica tópica (EMLA).
El resultado fue prometedor y decidimos añadir lidocaína en parches tópicos al 5%, mejorando de forma intensa pero incompleta y relacionada con el uso de los parches.
Decidimos entonces emplear capsaicina tópica en parche al 8%. La capsaicina bloquea las fibras C depleccionando de sustancia P las terminaciones nerviosas. Su uso es simple pero muy doloroso, por lo que precisa la preparación de la zona con crema anestésica una hora antes y la vigilancia del paciente mientras se aplica (se debe hacer con vigilancia por lo que está reservado para su uso en centros sanitarios).
Tras retirarlo Ángeles quedo con una zona enrojecida, pero a las pocas horas notó como si la interferencia se hubiera apagado. Su dolor desapareció y no volvió a presentarse (más de 36 meses después).
La razón de la reactivación no la conocemos a ciencia cierta, pero sabemos algunas estrategias de prevención. La dieta rica en frutas y verduras disminuye la incidencia y el uso de una vacuna disminuye el número y severidad de cuadros de neuralgia postherpética.
Se ha demostrado que la administración de una vacuna de virus atenuado de varicela zoster que contenga una concentración de unidades formadoras de colonias suficiente (12 veces superior a la de la vacuna de la varicela) puede reducir en un 51% de la incidencia del zoster y de un 67% la de neuralgia postherpética. Estas vacunas como otras son una gran esperanza de salud para el futuro y permitirán reducir la incidencia y severidad del cuadro.
Gracias por su comentario John.
No tengo claro que el ácido hialurónico pueda ser terapéutico; quizá su uso pueda reducir parcialmente la irritación cutánea, pero no me consta.
Por contra, sabemos que en situación de propensión a desarrollar un herpes o con infección activa, puede alargar o facilitar su desarrollo.
Saludos,
Gracias por su comentario Lorena.
El virus del herpes irrita los nervios que infecta, por tanto además del tratamiento para el virus, deberían administrarle tratamiento analgésico. Además de la gabapentina le deberían facilitar algún analgésico quizá más potente como pudiera ser el Tramadol, combinado o no con paracetamol, incluso otros analgésicos más potentes como el tapentadol o la oxicodona.
La gabapentina es útil al reducir la irritación, pero muchas veces es insuficiente para aliviar completamente el dolor.
Un saludo,
Gracias por su comentario Zaida.
Con independencia del tipo de lesión que pueda quedar como secuela el tratamiento en principio es el mismo, neuromodulación y tratamiento a nivel local.
Un saludo,
Gracias por su comentariuo Elizabeth.
El virus del herpes tiene predilección por los ganglios raquídeos y, por tanto, su afectación en principio suele ser cutánea, pero esto no quiere decir que no pueda afectar a otros nervios de una manera complementaria y generar otros síntomas, aunque su predilección es cutánea.
Saludos,
Gracias por su comentario Rosario.
Tenemos dos cosas que podríamos hacer, ayudar a que los nervios regeneren, y para eso se emplean sustancias como el complejo vitamínico B o ácido grasos omega tres, que los tienen las nueces o el pescado azul.
Algunos otros principios activos pueden ayudarle, como la a amitriptilina o Duloxetina, y también preparados de acción tópica, como los geles anestésicos de lidocaína o los geles de capsaicina.
La vacuna se puede utilizar pasados unos meses de haber cicatrizado la lesión aguda y reduce las reinfecciones y también la severidad de las mismas. Si es posible para ustedes yo le aconsejaría también que se vacune.
Un saludo,
Gracias por su comentario Nelly.
Mientras hay vida hay esperanza, el virus del herpes es un virus que permanece acantonado en el interior de los ganglios raquídeos tras la infección previa del paciente, sea en la infancia o posteriormente.
Este virus maligno permanece latente hasta que por algún factor, por ejemplo la reducción de las defensas, da lugar a una aparición de las lesiones cutáneas típicas que ade,más de daño en la piel, se acompañan de dolor, escozor, calor, síntomas todos ellos de dolor neuropático.
El tratamiento además de sobre el virus debe realizarse precozmente sobre el dolor para reducir la intensidad, la severidad y el riesgo de perpetuación. Cuando se mantiene en el tiempo hablamos de neuralgia post herpética, que puede y debe ser tratada de una forma enérgica con medidas locales (cremas o apósitos con anestésicos locales), con medidas sistémicas (medicamentos neuromoduladores como la pregabalina la amitriptilina) o bloqueos simples de nervio o complejos con crioanalgesia o radiofrecuencia.
No deje de consultar con equipos acostumbrados a esta patología o con nosotros, si así lo considera.
Un saludo,
Gracias por su comentario Bel.
Me temo que le puede estar pasando un cuadro general, que, a pesar de las manifestaciones cutáneas, puede tener afectación abdominal intestinal relacionada con el virus y con los factores generales que pueden haber facilitado la aparición de ese virus.
Además del tratamiento frente al herpes agudo, debería reforzar el tratamiento del dolor y quizá si no lo ha hecho ya, plantearse la vacunación.
Un saludo,
La finalidad de este blog es proporcionar información de salud que, en ningún caso sustituye la consulta con su médico. Este blog está sujeto a moderación, de manera que se excluyen de él los comentarios ofensivos, publicitarios, o que no se consideren oportunos en relación con el tema que trata cada uno de los artículos.
Quirónsalud no se hace responsable de los contenidos, opiniones e imágenes que aparezcan en los "blogs". En cualquier caso, si Quirónsalud es informado de que existe cualquier contenido inapropiado o ilícito, procederá a su eliminación de forma inmediata.
Los textos, artículos y contenidos de este BLOG están sujetos y protegidos por derechos de propiedad intelectual e industrial, disponiendo Quirónsalud de los permisos necesarios para la utilización de las imágenes, fotografías, textos, diseños, animaciones y demás contenido o elementos del blog. El acceso y utilización de este Blog no confiere al Visitante ningún tipo de licencia o derecho de uso o explotación alguno, por lo que el uso, reproducción, distribución, comunicación pública, transformación o cualquier otra actividad similar o análoga, queda totalmente prohibida salvo que medie expresa autorización por escrito de Quirónsalud.
Quirónsalud se reserva la facultad de retirar o suspender temporal o definitivamente, en cualquier momento y sin necesidad de aviso previo, el acceso al Blog y/o a los contenidos del mismo a aquellos Visitantes, internautas o usuarios de internet que incumplan lo establecido en el presente Aviso, todo ello sin perjuicio del ejercicio de las acciones contra los mismos que procedan conforme a la Ley y al Derecho.