Quirónsalud

Saltar al contenido

Blog del Dr. Daniel Martín Fernández-Mayoralas. Neurología. Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo y Hospital Universitario Quirónsalud Madrid

Vértigo en niños: ¡calma, padres! Entendiendo los mareos de nuestros pequeños

Cuando un niño sufre un mareo o lo diagnostican con un "síndrome vertiginoso", es natural que los padres se preocupen. Sin embargo, es fundamental saber que las familias no deben entrar en pánico, ya que el vértigo en niños suele ser producido por causas benignas y transitorias. De hecho, trastornos como el equivalente migrañoso (25%) y el vértigo paroxístico benigno infantil (20%) representan casi la mitad de las causas de vértigo en la infancia, y ambos son completamente benignos. Las causas más graves, como los tumores de la fosa posterior, son extremadamente raras, representando mucho menos del 1% de los casos.

Vértigo en niñosVértigo en niños

En medicina, cuando decimos que una causa es "benigna", nos referimos a que no pone en riesgo la vida del niño ni deja secuelas permanentes. Dicho de forma más cercana para los padres: son cuadros que, aunque puedan asustar mucho en el momento por sus síntomas llamativos (mareos, pérdida de equilibrio, malestar), no significan una enfermedad grave ni peligrosa. En la mayoría de los casos, tienden a mejorar con el tiempo o pueden manejarse sin complicaciones. Puedes pensarlo así: es como si el cuerpo tuviera un sistema de alarma muy sensible que se activa de más; hace ruido y preocupa, pero no indica que haya un incendio real.

¿Cómo se manifiesta el vértigo en los niños?

Cuando un niño siente mareo o vértigo, muchas veces le cuesta explicar lo que le pasa. Los niños pequeños rara vez se quejan directamente de vértigo, pero pueden parecer torpes o apegarse a un padre sin motivo aparente. Por eso es importante escuchar cómo lo describe con sus propias palabras. Algunos niños dicen que "todo da vueltas" o que se sienten "como en un tiovivo o en un barco".

Además del mareo, pueden aparecer otros síntomas como dolor de cabeza, náuseas, vómitos o incluso dificultad para caminar en línea recta (ataxia). Es útil observar cuándo y cómo aparecen estos episodios: si surgen de repente, cuánto duran, cada cuánto se repiten y si tienen relación con actividades concretas (por ejemplo, al levantarse rápido, al toser, cuando no han dormido bien o en momentos de mucho estrés).

El médico también preguntará si hay cambios en la audición (si oye menos de un lado, si el problema es constante o va y viene, o si nota zumbidos en los oídos). En algunos casos, se exploran otros síntomas como visión borrosa, debilidad en alguna parte del cuerpo o dificultad para coordinar movimientos, ya que ayudan a descartar problemas más serios. Es importante recordar que el vértigo en niños a veces pasa desapercibido por su incapacidad para describir bien los síntomas, la corta duración de los episodios o la presencia de síntomas autonómicos intensos como náuseas y vómitos.

Los desafíos para el diagnóstico del vértigo infantil

Identificar la causa del vértigo en niños puede ser un verdadero reto para los médicos. Aquí te explicamos por qué:

  • Dificultad para expresar lo que sienten: Los niños pequeños no tienen palabras precisas para describir sus sensaciones. A veces dicen que "se sienten raros", "tienen miedo" o "todo se mueve", lo que puede confundirse con otros problemas (como dolor de barriga, ansiedad o cansancio). Los preescolares rara vez se quejan directamente de vértigo, pero pueden parecer torpes o apegarse a un padre sin motivo aparente. Esta incapacidad para describir los síntomas es una de las razones por las que el vértigo puede pasar desapercibido.
  • Síntomas que se parecen a otras enfermedades: El mareo es un término poco específico que los pacientes usan para describir diversas sensaciones. Puede acompañar a cuadros muy distintos, desde migrañas o problemas de oído, hasta infecciones o cuestiones neurológicas. Esto obliga al médico a considerar y descartar varias posibilidades.
  • Episodios intermitentes y breves: Muchas veces los síntomas aparecen de forma repentina y luego desaparecen. La corta duración de la mayoría de los episodios de vértigo hace que, al llegar a la consulta, el niño pueda estar completamente bien, dificultando la observación del cuadro en el momento.
  • Amplia variedad de causas: Aunque la mayoría son benignas (como la migraña vestibular o el vértigo paroxístico benigno infantil), también existen causas menos frecuentes pero más graves (como tumores o epilepsia). El reto es no pasar por alto estas últimas, por raras que sean, ya que los tumores de la fosa posterior representan menos del 1% de los casos.
  • Influencia de factores emocionales: El estrés psicológico o la falta de sueño pueden desencadenar mareos. Esto complica distinguir si el origen es físico, emocional o una combinación de ambos, ya que el mareo psicosomático es común en niños en edad escolar y puede estar asociado con depresión o problemas de comportamiento.

En resumen: Para el médico, el desafío está en recopilar un historial médico completo, escuchar con detalle las explicaciones del niño y los padres, y usar pruebas complementarias solo cuando son necesarias, equilibrando la seguridad con evitar estudios innecesarios.

¿Qué hace el médico para diagnosticarlo?

En la visita inicial, el médico siempre comenzará por recopilar un historial médico completo que incluye los síntomas asociados, el historial médico, los antecedentes familiares y el uso de medicamentos. Es crucial que el niño explique los síntomas en su propio vocabulario y los asocie a experiencias, como estar en un tiovivo o un barco. También se indagará sobre la presencia de pérdida de audición, zumbidos o sensación de oído lleno.

Después de esta entrevista detallada, se realizará un examen físico completo, con especial énfasis en los nervios craneales, incluyendo una evaluación minuciosa de los movimientos oculares y la presencia de nistagmo. El nistagmo es un movimiento rítmico e involuntario de los ojos que no es inducido por ningún estímulo externo y se busca tanto de forma espontánea como al pedir al niño que desvíe la mirada lateralmente (no más de 30 grados). Además de un examen neurológico completo, el médico observará al niño cuando camina o corre para detectar cualquier falta de coordinación de movimientos, conocida como ataxia.

En algunos pacientes, si el diagnóstico no está claro con la historia y el examen físico, puede ser necesario realizar pruebas adicionales, incluyendo pruebas vestibulares y audiológicas en un laboratorio especializado. La Videonistagmografía (VNG) es la técnica más usada para registrar los movimientos oculares, utilizando luz infrarroja. Las pruebas que la componen (pruebas oculomotoras, posicionales y calóricas) suelen durar alrededor de una hora. Antes del estudio, es importante suspender sedantes y fármacos que puedan afectar al sistema vestibular por al menos dos días. La VNG ayuda a diferenciar entre causas periféricas (del oído interno) y causas centrales (del sistema nervioso). El nistagmo observado en estas distintas condiciones permite orientar el diagnóstico. Aunque poco frecuente en niños, existen maniobras específicas como la de Dix-Hallpike que ayudan a identificar el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB).

Tipos de trastornos que provocan vértigo en los niños

El vértigo infantil se puede agrupar en tres grandes categorías para entender mejor sus causas:

- Vértigo agudo espontáneo no recurrente Son episodios aislados, es decir, ocurren una sola vez y no suelen repetirse. Son poco frecuentes en niños.

  • Traumatismo craneal: Tras un golpe en la cabeza, puede aparecer mareo debido a una conmoción laberíntica o a lesiones del sistema nervioso central, como contusiones del tronco encefálico o cerebelosas, o fracturas del hueso temporal.
  • Neuritis vestibular: Tras un síndrome viral, el niño puede experimentar mareos intensos y repentinos con náuseas y vómitos. El vértigo es empeorado por los movimientos de la cabeza, pero no hay pérdida de audición ni tinnitus. Los síntomas suelen mejorar en pocos días.

- Vértigo recurrente Se presenta en episodios que vuelven a repetirse con el tiempo.

  • Migraña vestibular infantil (VMC): Es la causa más frecuente de vértigo recurrente en niños. El vértigo puede acompañarse de dolor de cabeza (unilateral, pulsátil, de intensidad moderada a severa, que empeora con la actividad física), sensibilidad a la luz (fotofobia), sensibilidad al ruido (fonofobia) o aura visual. Representa el 25% de los casos de vértigo en niños.
  • Vértigo paroxístico benigno infantil (RVC): Se presenta con episodios breves de vértigo sin las características de la migraña. Estos episodios generalmente duran solo unos minutos (entre 1 minuto y 72 horas) y no se acompañan de pérdida de conciencia u otros síntomas neurológicos. Constituye el 20% de las causas de vértigo en niños.
  • Enfermedad de Ménière: Rara en la infancia. Combina mareo, pérdida de audición unilateral y un zumbido unilateral (tinnitus), que suele ser precedido por una sensación de plenitud en el oído afectado.
  • Trastornos convulsivos y ataxia episódica familiar: Poco habituales. Los trastornos convulsivos a menudo se acompañan de alguna sensación de mareo y desequilibrio, aunque no siempre es vértigo verdadero. La ataxia episódica familiar es un síndrome raro con episodios de mareo, desequilibrio e inestabilidad al caminar, que pueden durar varias horas.

- Mareos no vertiginosos, desequilibrio y ataxia En este grupo se incluyen problemas en los que el niño no siente que "todo gira", pero sí percibe inestabilidad, desequilibrio o falta de coordinación.

  • Alteraciones del oído interno: Pueden ser congénitas (malformaciones) o adquiridas debido a meningitis, ototoxicidad (por ejemplo, por medicamentos como los aminoglucósidos, como la gentamicina) o enfermedades autoinmunes del oído interno.
  • Trastornos neurológicos: Numerosos trastornos del sistema nervioso central (SNC) causan mareos, desequilibrio e inestabilidad. En la infancia, las anomalías cerebelosas (como la hipoplasia vermiana cerebelosa), los tumores de la fosa posterior y las malformaciones de Chiari son los más comunes. Los tumores de la fosa posterior representan menos del 1% de los casos.
  • Causas psicológicas: El mareo psicosomático suele darse en niños en edad escolar y puede estar asociado con depresión, reacciones de adaptación de la adolescencia o problemas de comportamiento.
  • Trastornos de integración sensorial: Algunos niños con este trastorno pueden ser hipersensibles a la estimulación vestibular.

En la mayoría de los casos, el vértigo infantil se debe a causas benignas como la migraña vestibular o el vértigo paroxístico de la infancia, que en conjunto representan casi la mitad de los casos. Las causas graves, como los tumores cerebrales, son muy poco frecuentes (menos del 1 %).

Tratamientos: ¿Qué se puede hacer?

Los tratamientos para el vértigo en la infancia son muy variados, ya que dependen directamente de la causa subyacente que lo provoca. Sin embargo, en la mayoría de los casos, son sencillos y efectivos, permitiendo una buena recuperación.

  • Vértigo migrañoso infantil: El tratamiento inicial se centra en el asesoramiento, consejos sobre estilo de vida y restricciones dietéticas para evitar alimentos conocidos que desencadenan migrañas. Si esto no es suficiente, se puede considerar la medicación: supresores vestibulares (como la meclizina) de forma sintomática durante los episodios, o agentes antimigrañosos preventivos (como propranolol o topiramato) en casos de episodios frecuentes que afecten el rendimiento escolar.
  • Vértigo tras un traumatismo craneal o una neuritis vestibular: El manejo suele ser de apoyo y sintomático, con recuperación gradual en pocos días o semanas. Los supresores vestibulares pueden administrarse por un corto periodo, pero se evita su uso prolongado para no retrasar la recuperación a largo plazo.
  • Enfermedad de Ménière: Esta condición es rara en niños. Su manejo incluye la explicación y tranquilidad para los padres. Se ha reportado cierto éxito con la restricción de sal y el uso de diuréticos, aunque no está totalmente probado.
  • Mareos relacionados con ansiedad o factores emocionales: El mareo psicosomático es común en niños en edad escolar y puede asociarse con depresión, reacciones de adaptación o problemas de comportamiento. Si los síntomas de ansiedad son severos, se recomienda derivar al paciente a un psiquiatra infantil para un acompañamiento psicológico y apoyo familiar adecuado.
  • Rehabilitación Vestibular (VRT): La terapia de rehabilitación vestibular puede ser muy útil para compensar un déficit del oído interno. Realizada por fisioterapeutas especializados, es beneficiosa en casos persistentes como la enfermedad de Ménière, laberintitis, neuritis vestibular y vértigo post-conmoción, cuando los síntomas duran más de unas pocas semanas.

En conjunto, la gran mayoría de los niños con vértigo mejoran con el tratamiento adecuado y evolucionan favorablemente. Los padres pueden sentirse tranquilos y confiados en que, en la inmensa mayoría de los casos, no se trata de un problema grave.

Conclusión: Un mensaje de tranquilidad para los padres

Aunque el vértigo en los niños puede ser alarmante al principio, la gran mayoría de las veces se trata de causas benignas y transitorias. Como hemos visto, las causas graves, como los tumores cerebrales, son extremadamente raras (menos del 1% de los casos). Con el acompañamiento médico adecuado, los pequeños recuperan su bienestar y continúan con su vida normal. Los padres pueden estar tranquilos: no están solos, y detrás de cada síntoma hay soluciones y caminos de recuperación.

BIBLIOGRAFÍA

• Furman, J. M., & Widdershoven, J. C. C. (Sin fecha). 8. Vertigo. (Este es el documento principal del que extrajimos la mayoría de la información).

• Wiener-Vacher, S. R. (2008). Vestibular disorders in children. International Journal of Audiology, 47(9), 578–583.

• Wiener-Vacher, S. R., & Wiener, S. I. (2017). Video head impulse tests with a remote camera system: normative values of semicircular canal vestibulo-ocular reflex gain in infants and children. Frontiers in Neurology, 8, 434.

• van de Berg, R., et al. (2021). Vestibular migraine and recurrent vertigo of childhood: diagnostic criteria consensus document of the Classification Committee of Vestibular Disorders of the Bárány Society and the International Headache Society. Journal of Vestibular Research, 31(1), 1–9.

• Carmona, S., et al. (2018). Vestibular pathology in pediatric population; relevance of vestibular migraine. M J Pediatr, 3, 1–5.

• Basser, L. (1964). Benign paroxysmal vertigo of childhood. Brain, 87, 141–152.

Insertar comentario
Comentario enviado con éxito. Gracias por su participación.
Comentario de blog
No será visible por otros visitantes del portal
Comentario:
Los campos obligatorios se encuentran marcados con un asterisco (*)

Temas

La finalidad de este blog es proporcionar información de salud que, en ningún caso sustituye la consulta con su médico. Este blog está sujeto a moderación, de manera que se excluyen de él los comentarios ofensivos, publicitarios, o que no se consideren oportunos en relación con el tema que trata cada uno de los artículos.

Quirónsalud no se hace responsable de los contenidos, opiniones e imágenes que aparezcan en los "blogs". En cualquier caso, si Quirónsalud es informado de que existe cualquier contenido inapropiado o ilícito, procederá a su eliminación de forma inmediata.

Los textos, artículos y contenidos de este BLOG están sujetos y protegidos por derechos de propiedad intelectual e industrial, disponiendo Quirónsalud de los permisos necesarios para la utilización de las imágenes, fotografías, textos, diseños, animaciones y demás contenido o elementos del blog. El acceso y utilización de este Blog no confiere al Visitante ningún tipo de licencia o derecho de uso o explotación alguno, por lo que el uso, reproducción, distribución, comunicación pública, transformación o cualquier otra actividad similar o análoga, queda totalmente prohibida salvo que medie expresa autorización por escrito de Quirónsalud.

Quirónsalud se reserva la facultad de retirar o suspender temporal o definitivamente, en cualquier momento y sin necesidad de aviso previo, el acceso al Blog y/o a los contenidos del mismo a aquellos Visitantes, internautas o usuarios de internet que incumplan lo establecido en el presente Aviso, todo ello sin perjuicio del ejercicio de las acciones contra los mismos que procedan conforme a la Ley y al Derecho.